EL ENTRENAMIENTO Y LAS RESPUESTAS
Hechos 1:8 | Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
La Biblia habla del Evangelio. Si nos concentramos en el Evangelio, suceden algunas cosas importantes, por ejemplo, los acontecimientos que nos graban el Evangelio. Así, podemos enraizar y tener la naturaleza del Evangelio. Como consecuencia, podemos orar naturalmente en cualquier situación. ¿Cómo podemos disfrutar de estas respuestas?
1. Primer nivel de entrenamiento de evangelismo y Trabajo de equipo
El primer nivel de entrenamiento del evangelismo es despojarnos de las cosas incorrectas y las cosas que van a destruirse, también es restaurar el Evangelio que Dios nos ha dado. Esto, lo llamamos que “Dios está junto conmigo” (WITH). Desde entonces, podemos restaurar la oración a tiempo marcado y restaurar la oración de las 24 horas. Y nos llegan las bendiciones del encuentro con las personas a las que podemos transmitir el Evangelio que tenemos. Esto es “Emanuel” (Immanuel) y Trabajo de equipo.
2. Entrenamiento del campo y Entrenamiento especializado
Recibimos las respuestas que Dios nos da con su guía completa. Es la respuesta de “la Unidad” de Dios, el campo y yo. Por la misma razón, el equipo de Pablo siempre oraba para recibir la guía del Espíritu Santo en todos los campos que iban. Además, podemos salvar a los expertos y profesionales más importantes con los frutos del Espíritu Santo. Esto lo llamamos el Entrenamiento especializado. Una cosa más importante que tenemos que descubrir en el entrenamiento especializado es formar el sistema de sólo, lo único y la re-creación.
Un evangelista que posee el Evangelio, tiene que disfrutar de un secreto muy importante. Es orar de una manera natural cuando está solo. Cuando disfrutamos de la oración, recibimos la respuesta de Darakbang que implanta el secreto espiritual muy importante del movimiento Bíblico de Aposento Alto.
Dios, guíanos a que nos aferremos al misterio de que estás junto conmigo y que recibamos la respuesta del entrenamiento del evangelismo para poder salvarnos a nosotros mismos y a las Iglesias. Oramos en el nombre de Jesucristo. Amén.
Mensaje Empresarial | 10.10.2020