EL MINISTERIO QUE NO PODEMOS PERDER
Hechos 13:5-12 | Pero les resistía Elimas, el mago (pues así se traduce su nombre), procurando apartar de la fe al procónsul. (V. 8)
Cuando las personas escuchan las noticias del suicidio, dicen y preguntan: ¿Por qué una persona tan buena tomaría una decisión tan radical? Es porque esa persona ya tenía el problema espiritual oculto y fue atrapada por el engaño de Satanás. Lo más importante es que le trae gran influencia a su familia después del suicidio. ¿Cómo podemos ayudar a prevenir los suicidios?
Las características de las personas que se suicidan es que ellos “están desesperados”. Sus problemas espirituales son problemas que han durado por mucho tiempo. No es que se ponen enfermos de repente asistiendo a la Iglesia sino ya estaban enfermos. Si entendemos esto, podemos ayudar a que tengan la sanidad más concretamente. Hay que cambiar lo que está grabado, lo que está enraizado, lo que está acostumbrado como la naturaleza solamente con Cristo, el reino de Dios y sólo Espíritu Santo (Hechos 1:1, 3, 8)
2. La sanidad que tenemos que llevar a cabo sin desanimarnos
Tenemos que comenzar con la sanidad espiritual (Hechos 2:1-47) sin desanimarnos. Entonces podemos sanar el pensamiento y el corazón (Hechos 13:1-4). Desde entonces, podemos tener la sanidad mental (Hechos 13:5-12, 16:16-18, 19:8-20)
Las dificultades no vienen por la culpa de alguien. Dios nos permite que tengamos las dificultades para que el Evangelio, que se ha mantenido oculto desde tiempos eternos, solucione los problemas que tenemos (Romanos 16:25-26). Es la gracia que Dios nos da para siempre (Romanos 16:27)
¡Dios! Que lo grabado, la raíz y la naturaleza que han durado mucho tiempo en nosotros y en nuestros campos puedan recibir la sanidad con Cristo, el reino de Dios y solo el Espíritu Santo. Oramos en el nombre de Jesucristo. Amén.
Mensaje Empresarial | 5. 9. 2020