VERDADERAS BENDICIONES
Mateo 5:10-12
El pueblo judío había llegado, como la gente del mundo, a las mismas conclusiones equivocadas. Pero el problema era que las personas cristianas también habían acabado pensando lo mismo. El verdadero éxito no consiste en luchar y alcanzar la victoria, sino en obtener la victoria sin luchar. El verdadero arrepentimiento es conocer correctamente el Evangelio y regresar a Dios. Las verdaderas bendiciones no dependen de una buena salud, de las riquezas materiales, el prestigio o la prosperidad de nuestros hijos. El verdadero significado de las verdaderas bendiciones es ser bendecido por Dios. ¿Cuáles son las verdaderas bendiciones de las que Jesús habló?
1. Cambiar nuestro destino a través del Evangelio y vivir la vida de un discípulo (Mateo 5:1)
Las bendiciones no son importantes. En primer lugar, debemos cambiar nuestro destino. La verdadera bendición es vivir nuestra vida como discípulos y no como muchedumbre. En la época de Jesús, Israel fue colonizado por Roma, y Roma, a su vez, fue colonizada por Satanás. Cuando Jesús subió a la montaña, las multitudes y sus discípulos se acercaron a él. El destino de las personas que entendieron quién era Cristo y comprendieron sus enseñanzas cambió. Y eso hizo que cambiara también el destino de Israel y de Roma.
2. Cambiar nuestro destino a través del Evangelio y cambiar los fundamentos de nuestra vida (Mateo 5:3-11)
Las iglesias del mundo están cerrando sus puertas y las generaciones futuras han caído en los doce problemas causados por Satanás (Génesis 3, 6 y 11, Hechos 13,16 y 19, y los seis estados de la persona no creyente). Las personas verdaderamente bendecidas son aquellas que se preocupan por su época y por la siguiente generación y que oran con un corazón doliente. Solo a través de esta verdadera bendición podemos cambiar nuestro destino y los fundamentos de nuestra vida. Por otro lado, no podemos considerar un éxito que alguien se convierta en un fariseo cuando su tierra está siendo colonizada. No podemos considerar verdaderas bendiciones el vivir en buenas casas y tener buenos trabajos cuando la próxima generación está destinada al fracaso. Por eso, Jesús dijo: “Bienaventurados los pobres en espíritu, los que lloran, os que padecen persecución y los que tienen hambre y sed de justicia”.
3. Cambiar nuestro destino a través del Evangelio y disfrutar de la bendición que cambia el futuro
La verdadera bendición de la que Jesús habló fue cambiar el futuro. Moisés y Elías cambiaron sus vidas en el monte Horeb. Las multitudes y los discípulos subieron al monte de las Bienaventuranzas. Cristo llamó a los discípulos al monte de los Olivos después de resucitar. Allí, dio el mensaje que cambió por completo su destino y todos sus problemas presentes y futuros. Tendremos victoria si nos aferramos al mensaje de cambiar nuestro destino y tu futuro.
Oración del evangelista. Querido Dios, cambia el destino de las personas por medio del Evangelio. Ayúdanos a vivir la vida de un discípulo y no la vida de un miembro de una multitud. Cambia los fundamentos de mi vida para poder salvar el futuro.