EL TRONCO, BROTES Y EL REMANENTE
Isaías 6:13
Aunque entendamos y compartamos el Evangelio, si no se produce ningún cambio en nuestra vida, es que no lo estamos aplicando correctamente. Existe un método seguro para aplicarlo. Dios nos da el ejemplo de un árbol. Cuando cortamos un árbol, sus raíces permanecen invisibles debajo de la superficie y su tronco queda sobre el suelo. A partir de ahí, empiezan a crecer brotes. Este es el pacto de “los que se quedaron” (Remanentes). Ese pacto se cumplió completamente (Hechos 1:1, 3 y 8) y esa respuesta continuó hasta llegar a Roma (Hechos 27:24). Nosotros somos Remanentes que conocemos este camino. Como tales, ¿qué proceso debemos tener en cuenta?
1. Debemos empezar siempre desde nuestra identidad (Identidad)
Los Remanentes deben comenzar siempre aferrándose correctamente a su identidad. Dios está conmigo (con) y con nosotros (Emanuel), y hace que todo funcione correctamente por causa de Su plan (Unicidad). José no tembló ni siquiera cuando le mandaron a prisión. Se aferró firmemente al pacto de la evangelización mundial y entendió que estar encarcelado era parte integral de su cumplimiento.
2. Disfrutemos siempre de nuestra autoridad (Autoridad)
Todo lo que tiene que hacer un Remanente es disfrutar de la autoridad de ser hijo de Dios, incluso si Dios permite que atraviese situaciones difíciles. Primero, debemos disfrutar de ser una cumbre espiritual. Independientemente de nuestra edad, ser una cumbre espiritual nos permite salvar a nuestra familia e incluso al mundo. Nos convertiremos en una cumbre de los talentos cuando disfrutemos de nuestra ocupación como la cumbre espiritual, y dentro de esta corriente, nos convertiremos en la cumbre cultural que cambiará la cultura. Al final, nos levantaremos como testigos que predican sobre Cristo, quien es el misterio de Dios, y que salvan a aquellas personas que están poseídas por espíritus malos al compartir con ellas el poder del Espíritu Santo.
3. Recordemos siempre nuestra misión (Sanidad)
Hay una misión que debemos hacer y cumplir cuando Dios permite que vivamos tiempos de soledad, dificultades y crisis. Esa misión es sanar esta época, sus ideologías y enfermedades. La sanidad es únicamente posible a través de “solo Evangelio”. Esta sanidad incluye las obras importantes de sanidad espiritual, la sanidad de heridas y la sanidad del cuerpo físico.
Oración del evangelista. Querido Dios, permite que entendamos el verdadero significado de la palabra “Remanente” con el fin de que nos levantemos como la cumbre espiritual, de los talentos y cultural para salvar y sanar esta época.