EMPRESARIOS QUE SALVARÁN ROMA – PERSONAS QUE DEJARÁN ATRÁS
Romanos 16:23
Dios nos ha llamado como personas “que quedaron” y como personas “que quedarán” para salvar el campo. En este momento, cuando las iglesias de todo el mundo se están desmoronando, Dios ha transformado nuestra identidad por la de una persona “que dejará atrás”. Cuando nos aferremos correctamente al pacto, Dios comenzará Sus obras. ¿Cuál es el pacto al que debemos aferrarnos?
1. La restauración del Evangelio
El hombre original fue engañado por Satanás y se separó de Dios. En esa situación, Dios nos dio el pacto de la simiente de la mujer (Génesis 3:15) y restauró el Evangelio. También dio el pacto de la ofrenda de sacrificio (Éxodo 3:18) a los israelitas que habían sido esclavizados en Egipto durante 400 años. Esta obra continúa hoy en día. Dios levantará el movimiento del Evangelio a través de aquellas personas que conocen esta verdad y que dejarán como legado en sus campos el movimiento del Evangelio.
2. La restauración del movimiento Remanente
Las obras de Éxodo se levantaron el día en que los Remanentes aplicaron la sangre del cordero en los dinteles de sus puertas. Debemos transmitir esta verdad a los Remanentes (Deuteronomio 6:4-9). El mensaje principal del movimiento Mizpa fue el holocausto (1 Samuel 7:1-15), que trataba sobre la restauración del Evangelio. El Reino de Dios se establecerá cuando restauremos el Evangelio. Por tanto, debemos transmitir el Evangelio y el movimiento del Evangelio correctos a los y Remanentes. Estados Unidos se estableció sobre el Evangelio, pero actualmente es un país que se está hundiendo en la oscuridad. Si no les compartimos el Evangelio, los Remanentes acabarán colapsando lentamente.
3. La restauración de la iglesia
Ahora debemos levantar y dejar como legado las respuestas de la iglesia correcta. Los miembros de la Iglesia Primitiva restauraron el Evangelio correcto y la iglesia correcta. La restauración del Evangelio y la iglesia correcta conllevará la restauración del templo correcto de la iglesia. Dios desea levantarnos como las figuras de Romanos 16. Dios mantendrá nuestro nombre dentro del movimiento del Evangelio y guiará nuestros pasos para convertirnos en testigos que dejen el Evangelio para las futuras generaciones.
Oración del evangelista. Querido Dios, bendícenos para que podamos ser testigos de Romanos 16 con el fin de salvar a Roma y los campos que han caído en la oscuridad. Permite que transmitamos el Evangelio correcto a las futuras generaciones.