1, 3, 8 Y LA HISTORIA DE LOS LÍDERES DE IGLESIA
Hechos 1:3
Necesitamos la fuerza que Dios nos da. La oración de 24 horas es crucial para recibir esta fuerza. La oración de 24 horas conecta todo con la oración. Debemos conectar todo con los pactos de solo Cristo, el Reino de Dios y la llenura del Espíritu Santo (Hechos 1:1, 3 y 8) para recibir fuerza física. Si lo hacemos, Dios nos permitirá ver sus obras dentro de las crisis; entenderemos que las personas no han sido simplemente reducidas a esclavitud, cautiverio o colonización, sino que en realidad han sido capturadas por Satanás. También entenderemos por qué motivo las siguientes generaciones vivirán sometidas a influencias, calamidades y desastres. Si esto es así, ¿cómo pueden los líderes de iglesia recibir estas bendiciones?
1. El principio
Debemos permanecer dentro del mandato, llamado y misión celestial que Dios nos da. Las respuestas comienzan cuando recibimos con precisión Su mandato celestial, que es creer en Jesucristo, aquel que solucionó todos los problemas. Después, el “llamado” del Reino de Dios se establecerá en el lugar donde vivimos. Además, Dios nos da la misión de la evangelización mundial, y también la capacidad y la fuerza para llevarla a cabo.
2. Limitaciones
Dios da la respuesta de superar sus limitaciones a quienes disfrutan de esta bendición. Recibieron respuestas enormes después de renunciar a todas sus posesiones. Las personas que se reunieron en el aposento alto de Marcos sin razón o excusa (Hechos 1:14), las que vinieron de las quince naciones (Hechos 2:9-11) y las que lo tenían todo a pesar de haber renunciado a toda su riqueza (Hechos 2:43-45), al igual que Priscila y Aquila, Gayo y Filemón, recibieron esta bendición. Esta es la bendición que nosotros también recibiremos.
3. Devoción absoluta
Después, tendremos una devoción absoluta. Muchos sacerdotes obedecieron la fe al entrar en el movimiento de la Palabra (Hechos 6:7). Felipe fue a Samaria, un territorio en el que nadie podía entrar con facilidad (Hechos 8:4-8), y allí tuvo un encuentro con un individuo poderoso como era el eunuco etíope, al que en otras circunstancias habría sido difícil conocer (Hechos 8:26-40). Simón, el curtidor, Lidia, la fabricante de púrpura, y el matrimonio formado por Priscila y Aquila, que fabricaban tiendas de campaña, disfrutaron de la bendición de transmitir el Evangelio a personas como generales, nobles y soldados romanos, personas a las que costaba acceder. Dios está con nosotros con la autoridad del cielo y la tierra también hoy en día.
Oración del evangelista. Querido Dios, gracias por permitirnos creer en Jesucristo, que es la solución a todos los problemas, y por convertirlo en el Señor de nuestra vida. Con la devoción que pocas personas tienen, permite que trascendamos nuestras limitaciones y salvemos el mundo.