IGLESIAS REGIONALES
Hechos 19:8-20
La gente del mundo nos dice que tengamos sueños. Sin embargo, las personas que recibieron la respuesta de la Biblia siguieron la “visión de Dios” y no la suya propia. Cuando hagamos nuestra la visión de Dios, podremos ver lo bendecidos que hemos sido con una vida tan preciosa. Dios hace tres movimientos para las personas que han entendido esto.
1. El movimiento de los discípulos
Época tras época, Dios ha usado a aquellas personas que se han aferrado a Su visión y al pacto de la evangelización mundial, y ha levantado discípulos a través de ellas. José se aferró a la visión de Dios de la evangelización mundial (Génesis 37:1–11), y por eso su vida en esclavitud y en prisión no fue un problema para él. Desde su juventud, Samuel oró y se aferró a la visión de Dios mientras dormía junto al Arca del pacto. Recibió la respuesta de que Dios no dejó sin cumplir ninguna de sus palabras. Además, Dios permitió un encuentro con un discípulo llamado David a quien Samuel transmitiría el pacto.
2. El movimiento de sanidad
Dios sana el campo a través de las personas que se aferran a Su visión. Satanás, que actúa como un rey en el campo sin que lo veamos, será quebrado y Dios se convertirá en el verdadero Señor. La Palabra obrará en el campo y las personas que la escuchen se avivarán. Las fuerzas de la oscuridad fueron quebradas en los campos de la esclavitud y la prisión donde estuvo José, quien hizo suya la visión de Dios. Dios dio respuestas en el campo a través de José.
3. El movimiento del futuro.
Dios da la guía y garantiza el futuro a las personas que se aferran con seguridad a Su visión. Pablo confirmó su visión en Damasco. Después, Dios preparó el futuro de Pablo “es necesario que testifiques también en Roma” y le dio la guía. Dios nos levantará como testigos para sanar el campo simplemente con que nos aferremos al pacto y esperemos sin preocuparnos. Con esta evidencia, salvaremos la Roma de esta época y los siete campos.
Oración del evangelista. Querido Dios, permite que hoy transmitamos el verdadero Evangelio en nuestros campos y que se establezca Tu Reino.