LA IGLESIA Y LOS CREYENTES NECESARIOS DE DIOS
Mateo 16:13-20
Jesús pidió en la región de Cesárea de Filipo a Sus discípulos que recibieran su confesión de fe. Cesárea de Filipo es la combinación del nombre de César y del rey Felipe. Esto puede suceder en la región y en el mundo en el que vivimos. Por eso, debemos arriesgar nuestras vidas en las misiones y construir el templo. En esta época, ¿qué necesitaría Dios?
1. La iglesia y los creyentes que no son necesarios (Mateo 16:13-15)
Jesús preguntó a Sus discípulos quién era Él para que entendiéramos lo que no necesitamos. Los discípulos respondieron que Jeremías (filantropía), Juan el Bautista (movimiento social), Elías (misticismo) o alguno de los profetas (escatología). Habían visto la introducción en lugar del Evangelio, y esa introducción se había grabado más profundamente que el Evangelio. Dios no necesita este tipo de iglesia y de santos.
2. La iglesia y los creyentes que Dios necesita (Mateo 16:16)
En ese momento, Pedro confesó: “Jesús, Tú eres el Cristo, el hijo del Dios viviente”. Dios necesita a los que conocen y disfrutan a Cristo. Si no conoce la necesidad de Cristo, no podrán disfrutar o predicar a Cristo. Cristo levanta Su iglesia sobre esta confesión de fe. Dios necesita a la iglesia que comparte a Cristo con todo el mundo.
3. La bendición que Dios da (Mateo 16:17-20)
Hay una bendición que Dios ha preparado para los que confiesan a Cristo. El éxito sin Cristo es una casa construida sobre la arena. Por otro lado, existe una bendición tan sólida como una roca para los que confiesan a Cristo (16:18). Además, el trasfondo del pecado, la maldición, Satanás y el infierno no prevalecerán sobre ellos (16:18). Dios da las llaves del reino de los cielos a Su pueblo y a los evangelistas dondequiera que vayan (16:19). Esta es la bendición que Dios nos ha dado.
Oración del evangelista. ¡Dios! Gracias por dejarnos entender el Evangelio. Al convertirnos en testigos del Evangelio, podemos ser usados como los creyentes y la iglesia que Tú necesitas.