LA EXAMINACIÓN DE LA VIDA DE FE DE MOISÉS
Éxodo 3:18-20
No hay muchas personas que hayan padecido tantas dificultades como Moisés. Moisés entró en el palacio egipcio al ser adoptado. Cuando cumplió cuarenta años, mató a un egipcio que estaba golpeando a un judío. Después, huyó al desierto, donde pasó los siguientes cuarenta años sin hacer nada hasta cumplir los ochenta años. Sin embargo, Moisés es conocido por haber recibido una respuesta mucho más importante que el resto. ¿Cuál fue la respuesta que Dios le dio a Moisés?
1. 40 años en el palacio (estudio de la vida)
Moisés aprendió el estilo de vida y los conocimientos de la élite en palacio, y aprendió sobre el mundo en la academia imperial de Hesperia, que era la universidad dentro de palacio. Esto se convirtió en la plataforma desde la que se levantaría el Éxodo del pueblo de Israel. Pero en ese momento, Moisés sólo pensaba en la gente, el dinero y el éxito y fracasó por completo. Terminó convirtiéndose de forma inesperada en un asesino y huyendo al desierto.
2. Cuarenta años en Madián (Cumbre Espiritual)
Moisés puso su mirada en el cielo durante los cuarenta años que pasó en Madián. Pasó el tiempo concentrándose en la oración y la Palabra. Muchos expertos dicen que este fue el momento en que escribió el libro de Génesis. Moisés se centró en entender la voluntad de Dios. Moisés pensaba que había fracasado y confesó que no podía hacer nada. Sin embargo, Dios preparó la obra más grande y llamó a Moisés.
3. Cuarenta años en el desierto (Yo, lo mío, mi campo)
Moisés descubrió “yo, lo mío y mi campo que Dios me ha dado” durante los cuarenta años que pasó en el desierto. Dios llamó a Moisés en el Monte Horeb y le dijo que liberara a los israelitas y que hiciera el sacrificio de sangre. Faraón no se rindió ante los diez milagros. Al final, Moisés y los israelitas salieron de Egipto el día en que derramaron la sangre de cordero (Pascua). Los israelitas recogieron el grano en cincuenta días (Pentecostés) y lo almacenaron (Cosecha) Moisés construyó el tabernáculo donde guardó el Arca del Pacto, y vivió recordando “Yo, lo mío y mi campo que Dios me ha dado”.
Oración del evangelista. ¡Querido Dios! Permite que pongamos a prueba nuestra fe. Permite que pongamos a prueba Tu palabra y pacto con el fin de confirmar las respuestas que nos darás.