SANIDAD DE TRES DEPENDENCIAS
Hechos 3:1-12
La vida de fe del 90% de las personas es simplemente una vida religiosa. Las personas no pueden bloquear los problemas espirituales en el campo aunque tengan Evangelio porque no conocen la verdad espiritual. Debemos transmitir la Palabra de Dios, que sigue obrando hoy en día, el Cristo que tuvo victoria sobre Satanás, el infierno y los desastres, y la obra del Espíritu Santo. ¿Qué debemos saber en primer lugar para hacer esta obra?
1. Creyentes dependientes - Solo
La mayoría de las personas creyentes en el campo se encuentran en un estado de dependencia. Por eso, para que no se queden atrás, debemos compartir con ellas el pacto y el método de Dios. Cuando cogemos el pacto por primera vez, entendemos el horario de Dios que funciona a través de los problemas. Esteban transmitió el Evangelio sabiendo que moriría si lo hacía; por causa de la persecución, la Iglesia de Antioquía se levantó para el evangelismo y se establecieron las misiones. Dios ha preparado Su comisión en el campo, algo que solo nosotros podemos llevar a cabo.
2. Economía dependiente
En nuestra vida diaria debemos confirmar el misterio de la Pascua, que nos trae la salvación que la Biblia testifica en el campo; la obra de Pentecostés, que es la obra del Espíritu Santo; y la obra de la Cosecha, que confirma el respaldo del cielo. También debemos disfrutar de Cristo, la obra de Dios y el respaldo del cielo a través de la oración. Así podremos restaurar la economía de la luz a través de los talentos que Dios nos ha preparado dentro del Evangelio. Estamos salvando el mundo, la época y la iglesia con esto.
3. Iglesia dependiente
La iglesia debe hacerse una (unidad) para que los campos se aviven. Por el contrario, no debemos hacernos uno en el mal que Satanás genera (Romanos 16:19). Las iglesias y sus miembros serán revividos sólo cuando seamos uno para la obra de Dios, el evangelismo y las misiones. Las obras comenzarán cuando comencemos el movimiento de oración que se aferra a la Palabra.
Oración del evangelista. Dios, usa nuestro hoy para salvar a través del Evangelio a las personas creyentes dependientes, la economía dependiente y la iglesia dependiente.