MISIONERO DE LA SANIDAD

Hebreos 4:12-13

Cualquier persona que se concentre en Dios y en el Evangelio puede convertirse en un misionero de la sanidad. Los frutos de la sanidad de la Biblia se manifestarán si nos concentramos en la Palabra viviente de Dios durante un instante. Obras asombrosas se levantaron cuando José ayudó a Faraón a encontrar sanidad en su vida. Pablo recibió tantas respuestas que pudo sanar la idolatría, la hechicería y la adivinación. Es suficiente con que nos concentremos sólo en la Palabra y la obra de Dios, Cristo y el Espíritu Santo. ¿En qué debemos concentrarnos?

1. Hebreo 4:12

Si nos concentramos en la Palabra, nuestra alma, mente, huesos y médula sanarán. Una concentración correcta, por tanto, es extremadamente importante. Meditar en la Palabra, memorizar versículos y transcribir mensajes son todos buenos métodos. Si nos concentramos en Dios un momento, podremos disfrutar de la bendición de experimentar Su Palabra. La obra de Dios se levantará si de verdad nos concentramos en Su Palabra, independientemente de cuáles sean nuestras fuerzas. Hay muchos testigos de esto en la Biblia.

2. Oración

La oración concentrada es el único método para concentrarnos en la Palabra. Debemos recordar tres cosas cuando oramos. Primero, debemos encontrar el plan de Dios antes de orar y estar dispuestos a cambiar nuestra forma de pensar. Segundo, debemos olvidar nuestras preocupaciones y ansiedad, y llena nuestro corazón de acción de gracias en oración. Por último, todo nuestro estado espiritual puede cambiar mediante la oración. Tendremos victoria cuando nos encontremos a nosotros mismos en Dios y en Su poder mediante la oración.

3. Testigos

Dios nos dio el pacto para establecernos como testigos. Dios permite que tengamos dificultades en nuestra vida para darnos respuestas a través de las experiencias correctas. Entenderemos que ningún problema es realmente un problema a través de la gracia que experimentemos y de la concentración correcta. Este es el verdadero comienzo para las respuestas de sólo, la unicidad y la recreación.

Oración del evangelista. ¡Dios! Permite que cojamos el pacto correctamente en una época en la que se necesita una verdadera sanidad, y que experimentemos la oración verdadera y las experiencias verdaderas.