EL HOY
Hechos 1:1-14
Las respuestas que pueden disfrutar los hijos de Dios son infinitas. En primer lugar, conocer el “yo creado por Dios” y el “yo espiritual de la cumbre”. También son bendiciones que disfrutaremos alcanzar tanto la cumbre de los talentos por medio de nuestras habilidades como la cumbre cultural para salvar la cultura que se está quebrando. La gente del mundo sueña con éxitos y alimenta su ambición material, pero nosotros, que hemos sido llamados por Dios para el horario de hoy, debemos desafiarnos a nosotros mismos por otras cuestiones. ¿En qué consiste ese desafío?
1. El discípulo – La prioridad
Los discípulos del campo, ante todo, disfrutaron de las respuestas que surgieron de la cumbre espiritual. Para lograrlo, nuestra prioridad número uno debe ser enraizar en la Palabra. José, que estaba enraizado en la Palabra, pudo orar hasta el punto de descubrir el plan más importante de Dios en un momento de crisis. También enraizó en la Palabra a través de la oración. Experimentó el fruto del evangelismo que nace de esa respuesta y su naturaleza quedó grabada con la Palabra. Dios desea que vivamos la vida de un discípulo que mantiene la prioridad de la Palabra.
2. El testigo y la sanidad
Cuando tenemos un encuentro con personas preparadas por Dios, éstas abrirán sus corazones y hablarán sobre sus problemas espirituales ocultos. En este momento podemos compartir con ellas el Evangelio como la respuesta. Podemos ayudar a las personas enfermas a experimentar el poder de la sanidad a través de la meditación y la oración. Hay personas que necesitan sanidad como consecuencia de problemas surgidos de sus relaciones. Estos se avivarán si les damos la respuesta con la evidencia de las figuras bíblicas.
3. El trabajo y el evangelismo
Muchos piensan en sus trabajos sólo como una forma de ganarse la vida. Pero la Biblia nos dice otra cosa. La gente de fe que recibió respuestas importantes conectó su trabajo y especialidad con el evangelismo y las misiones. Nuestra vida y nuestro trabajo se encuentran en el camino donde se cumplirá el pacto de Dios. Nuestro pasado se convierte en una plataforma si creemos esta verdad. Si disfrutamos del Evangelio al máximo en el campo de nuestro trabajo, el día de hoy se convertirá en la obra maestra más importante para toda la eternidad.
Oración del evangelista. ¡Dios! Con el talento y el Evangelio que nos has dado en nuestro campo, levántanos como testigos que reciben la respuesta y Te glorifican en el día de hoy.