ID Y HACED DISCÍPULOS
Mateo 28:16-20
Intentamos recibir respuestas en primer lugar, pero eso no es lo más importante. Lo fundamental es tener el poder espiritual que nuestros ojos no ven. Jesús, que tiene toda la autoridad en el cielo y en la tierra, prometió: “yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28:16-20) y “me seréis testigos hasta lo último de la tierra cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo” (Hechos 1:8). Como las Escrituras, ¿cómo podemos hacer discípulos a todas las naciones hasta el fin del mundo como nos dijo Dios?
1. Las nuevas estrategias para las misiones
Debemos encontrar cosas nuevas que están en la Palabra de Dios. No hay motivos para temer la difícil realidad presente, como la persecución de los fariseos y Roma, porque es el campo el que desaparecerá. Si entendemos esta verdad, veremos toda la autoridad en el cielo y en la tierra. Este es el nuevo campo. Y veremos el campo que continúa donde Jesús está con nosotros hasta el fin del mundo.
2. Id y haced discípulos
Debemos convertir en nuestros discípulos a aquellas personas que entendieron las palabras que Jesús compartió después de resucitar (Mateo 28:16-20, Marcos 16:15-20, Lucas 24:13-16). Es importante levantar especialmente a las élites locales como discípulos y encontrar entre ellas a los discípulos del campo y a los discípulos que pueden salvar la cultura. También debemos convertir en discípulos a los obreros en quienes se levantan las obras de Dios mientras construimos instalaciones donde practicar las técnicas especiales del taekwondo.
3. El movimiento de reproducción
El movimiento de evangelismo es un movimiento de reproducción. Consiste en levantar discípulos que puedan salvar el campo incluso si no estamos allí. En este momento, cuando todo el mundo se está muriendo, debemos ir a una región diferente y a un campo diferente y nutrir a las personas que pueden reproducirse espiritualmente. El taekwondo puede representar un papel importante en esta tarea. La reproducción continuará para siempre si conocemos nuestro mandato celestial, llamado y las misiones con el poder que Dios nos da y cambiamos la antiguo grabado, raíces y naturaleza.
Oración del evangelista. ¡Dios! Danos el poder espiritual que es invisible a nuestros ojos. Permítenos disfrutar de la bendición de la reproducción de encontrar y levantar discípulos en todos los campos mientras miramos hacia el campo que no morirá sino que continuará.