EL CULTO QUE DISFRUTA DE LAS BENDICIONES DEL TEMPLO
Números 29:12-16 | También a los quince días del mes séptimo tendréis santa convocación; ninguna obra de siervos haréis, y celebraréis fiesta solemne a Jehová por siete días (V. 12).
Satanás empuja al ser humano a trampas atractivas (Génesis 3, 6 y 11) y lo destruye. Levanta sus santuarios lujosos (Hechos 13, 16 y 19) y aparentemente da una gran impresión. Sin embargo, su atadura fuerza a que el ser humano fracase. Para solucionar todos estos problemas, Dios llamó a sus hijos y les dio la bendición del templo. Cuando recibimos esta bendición y damos el culto, se restauran tres cosas. ¿Cuáles son?
1. El reflejo del trono celestial y el gozo del trono celestial
Para ser liberados de la trampa y atadura de Satanás, primero tenemos que gozar de la bendición del trono celestial. Esta bendición comienza cuando nos reunimos en el tabernáculo, que es el reflejo del trono celestial. También cuando nos reunimos en el tabernáculo, a eso le llamamos el tabernáculo de reunión y en este lugar podemos disfrutar del poder de tres fiestas y bendición del día de reposo. Cuando lo creemos y decimos amén, podemos obtener el poder espiritual.
2. El cumplimiento del trono celestial
El cumplimiento del trono celestial toma lugar en las tiendas. Estar en las tiendas significa gozar del poder de la oración en nuestro campo. La oración trasciende el tiempo y el espacio. También la oración tiene el poder de mover el trono celestial. Por eso, si oramos dirigiéndonos hacia el tabernáculo, absolutamente venceremos en la batalla espiritual.
Si luchamos en la batalla espiritual, Dios nos envía sus ejércitos de ángeles. Con este poder, tenemos que salir a la batalla del templo y a la batalla cultural contra los ídolos. Tenemos que sanar a las 237 naciones que no han escuchado el Evangelio y levantar a la siguiente generación para que sea la cumbre.
Dios, abre nuestros ojos para poder ver el mundo correctamente y ver la bendición por la que se establece tu reino. Oramos en el nombre de Jesucristo. Amén.
2º Culto de la Iglesia Emanuel | 24. 1. 2021