LA CUMBRE ESPIRITUAL
Hechos 9:15 | El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel.
Hay un comienzo de la cumbre espiritual. Es buscar las respuestas importantes con todas las personas en todos los trabajos y en todos los campos. Este hecho, lo llamamos la bendición de “Junto con”, “Emanuel” y “la Unidad”. Podemos ver el mensaje cuando buscamos las respuestas y las compartimos con otras personas. Después, podemos ver la oración cuando disfrutamos de las respuestas. Cuando confirmamos las respuestas con la palabra, podemos saber que la palabra de Dios es viva y eficaz. ¿Cuál es la respuesta que las cumbres espirituales deben conocer?
Las personas que disfrutaban de la bendición de ser la cumbre espiritual, conocían la razón desde el principio. Conocían por qué fueron esclavos, cautivos y colonizados. Las personas que conocen la razón, no llevan a cabo las cosas centradas en sí mismas sino conforme al criterio de Dios. Entonces, poco a poco puede tener sus cosas globalizadas con el poder de Dios.
2. El estado
Algo más importante que recibir las respuestas es el estado espiritual. El misionero Pablo estuvo alegre porque su sufrimiento fue más bien para el progreso del evangelio (Filipenses 1:12-14). Pablo estimaba todas las cosas como basura y proseguía a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios (Filipenses 3:8-21). Confesó que todo lo podía en Cristo que le fortalecía (Filipenses 4:13). En este momento, apareció el poder de Dios que nadie podía parar.
La primera promesa que Dios hizo a los que han recibido la salvación es la promesa de que los levantaría en la cumbre. Siempre cuando se establezca el espíritu del Evangelismo y el espíritu de las misiones, podemos llegar al lugar de la cumbre y este espíritu es Espíritu Santo. Dios levanta en la cumbre aquellas personas que reciben este Espíritu Santo.
Dios, que estemos solamente llenos del Espíritu Santo todos los días y que estemos en la cumbre espiritual. Oramos en el nombre de Jesucristo. Amén.
1er. Mensaje - Entrenamiento de la 24ª Conferencia Mundial de Misiones (1) | 22.7.2020