EL LUGAR DE LA CUMBRE – LA MISIÓN DE JOSÉ
Génesis 37:1-11 | Y sus hermanos le tenían envidia, mas su padre meditaba en esto (V. 11).
Dios le dio la misión a José. Por eso, aunque José era un niño, pudo estar en el lugar de la cumbre sin importar las respuestas visibles. Si no estamos en el lugar de la cumbre, la misión no puede ser algo nuestro. Sin embargo, si estamos en el lugar de la cumbre, podemos descubrir la misión, que es la primera respuesta de Dios. ¿Cómo podemos tener la misión que Dios nos da?
1. La persona que tuvo todo por adelantado
José tuvo las cosas de Dios por adelantado. Otras personas pensaban que José no tenía las respuestas, pero él sabía que tenía las cosas de Dios. Nosotros también tenemos esta bendición, pero si no la conocemos, no podemos reconocer que Dios nos ha dado las respuestas.
2. Obtener concretamente las cosas de Dios
Primero, tenemos que aferrarnos al pacto. José se aferró al pacto que Dios le había dado, hasta que soñó con ese pacto. Parece que Dios lo dejó en las crisis de muerte, pero José descubrió el llamamiento en el lugar donde no había nada (Nothing) y en ese lugar vio la vida, el camino que él tenía que tomar y las respuestas (Everything). Si nosotros también nos aferramos concretamente al pacto que Dios nos da, podemos recibir las respuestas como José.
Parece que José fue vendido a Egipto, pero en realidad, José fue el misionero que Dios envió a Egipto. Dios le dio el pacto para poder enviarlo como un misionero. Nosotros también somos misioneros y Dios nos ha enviado a los campos que estamos el día de hoy. Solamente tenemos que ver lo que Dios nos ha dado y aferrarnos a la misión.
Dios, permítenos que podamos estar en el lugar de la cumbre conforme al pacto que tú nos has dado. Y que podamos ver lo que nos has dado por adelantado y la misión. Oramos en el nombre de Jesucristo. Amén.
2.do Mensaje - Entrenamiento intensivo del Evangelismo en la región Busan (1) | 14.7.2020