EL CANDELERO HECHO DE ORO PURO

Éxodo 37:17-24 | Sus manzanas y sus brazos eran de lo mismo; todo era una pieza labrada a martillo, de oro puro. Hizo asimismo sus siete lamparillas, sus despabiladeras y sus platillos, de oro puro.  De un talento de oro puro lo hizo, con todos sus utensilios (V. 22-24).

Dios les dijo a los israelitas que iban por el camino del desierto, que construyeran el tabernáculo y que encendieran las velas que resplandecían dentro del tabernáculo. A la familia Leví, le dijo que no apagara la luz de la oración, para que las personas en las tiendas oraran hacia la luz del tabernáculo. También, les dijo que oraran y recibieran la guía siguiendo la luz de los candeleros en el camino del desierto. De esta manera, Dios Trino está junto con sus hijos a través de la luz y establece su reino celestial en los lugares que van sus hijos, por lo tanto, la oscuridad se huye. ¿Cuál es la bendición de la luz que tienen de la que los hijos de Dios tienen que disfrutar? 

1. Hacer que la luz de Dios resplandezca en nosotros

El candelero significa la luz de la creación, la luz de la gloria y la luz de la vida que Dios nos da con el misterio de Cristo. Dios nos ha permitido esta luz para que resplandezca en nosotros y para que podamos disfrutar de la bendición de profetas, sacerdotes y reyes, que es el misterio de Cristo. Es la bendición de la luz que los hijos de Dios deben gozar.

2. No dejar que se apague la luz

Hay una razón por la que Dios les dijo que resplandecieran la luz con los candeleros dentro del templo. Es porque la luz de Cristo siempre tiene que ser transmitida para siempre. Mientras que iban por el camino del desierto, necesitaban ver la luz de Jehová con la que podían cruzar el río Jordán, destruir Jericó y triunfar en la guerra contra los amorreos. También necesitaban la luz de Jehová con la que entrarían en la tierra de Canaán. Dios les dio la bendición de resplandecer la luz de Cristo para todo el mundo.

Necesitamos el templo donde resplandecemos la luz de Cristo a todas las naciones. Necesitamos el templo donde podemos; resplandecer la luz a las 237 naciones, transmitir la luz de la sanidad, reunir a los Remanentes y ayudarlos a que reciban las respuestas de la cumbre. Tenemos que comenzar a orar para que estemos en los lugares de resplandecer la luz y la luz de Cristo en la Iglesia.

Dios guíanos para que podamos resplandecer la luz de la Iglesia. Guíanos para que podamos preparar para resplandecer la luz de la Iglesia. Oramos en el nombre de Jesucristo. Amén.

Segundo Culto de la Iglesia de Emanuel | 17.5.2020