LAS RESPUESTAS PERSONALES DE LAS CUMBRES ESPIRITUALES
Ester 4:1-16 | Ve y reúne a todos los judíos que se hallan en Susa, y ayunad por mí, y no comáis ni bebáis en tres días, noche y día; yo también con mis doncellas ayunaré igualmente, y entonces entraré a ver al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca (V.16).
Cuando las personas se enfrentan a las grandes crisis, muchas de ellas piensan primero en su propio bien. Sin embargo, José, quien fue acusado falsamente salvó a las personas que estaban en su alrededor. David, en las crisis de muerte, tomó la determinación para salvar a todos hasta el fin. Igualmente, en el caso de Ester, ¿cómo pudo salvar el campo de la destrucción?
1. El pacto, la identidad y el campo de Ester
El Dios del pacto levantó a Ester (Hadasa) como la reina, quien era huérfana, hija de Abihail, de los hijos de Benjamín y quien fue criada por su primo (Mardoqueo) (Ester 2:20). Como ella supo el horario de Dios, no fue impaciente para revelar de que era una judía sino se lo reveló en el momento más decisivo ofreciendo su vida. Fue ella, la protagonista de las obras (los días Purim) para destruir al enemigo Amán y para salvar todo el pueblo de Israel.
2. El tiempo de la cumbre, la actitud de la cumbre y el recipiente de la cumbre
El Dios del pacto permite las bendiciones del pacto a su pueblo del pacto. Dios llamó a sus hijos y a los Remanentes como las cumbres que salvarán el mundo, por eso tenemos que poner nuestra prioridad en disfrutar del “tiempo de la cumbre” tomando el pacto. Y confirmar el horario de las respuestas obvias es “la actitud de la cumbre”. Desde entonces, podemos dar las gracias por ser protagonistas del “recipiente de la cumbre” que salva el campo de los desastres, de la maldición y de las tinieblas.
Parece que los exitosos en el mundo mueve el mundo. Sin embargo, Dios ha llamado a los Remanentes como las cumbres espirituales y ha salvado el mundo a través de ellos. Dios nos dio su gracia para sanar a aquellos exitosos del mundo que sufren por sus problemas espirituales.
Dios, gracias por llamarnos como las cumbres espirituales que disfrutan del tiempo de la cumbre, de la actitud de la cumbre y del recipiente de la cumbre. Oramos en el nombre de Jesucristo. Amén.
Mensaje Empresarial | 16.5.2020