EL EVANGELIO DE LA RESURRECCIÓN EN EL CAMPO
Hechos 17:1-9 “Y Pablo, como acostumbraba, fue a ellos, y por tres días de reposo discutió con ellos, declarando y exponiendo por medio de las Escrituras, que era necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos; y que Jesús, a quien yo os anuncio, decía él, es el Cristo.” (V.2-3)
El hecho de que Jesús murió en la cruz sin ningún pecado y resucitó es el acontecimiento histórico más grande que ha acontecido en la humanidad. Dios nos ha dado la fe para poder creer en este acontecimiento histórico. Y esta fe es para que toda humanidad reciba la salvación a través de este Evangelio. ¿Cuáles son las evidencias que recibimos en este Evangelio que nos dan la fuerza y la restauración?
1. La evidencia de la resurrección
Jesús que murió en la cruz y resucitó les dio las evidencias a sus discípulos en el monte del olivar. Los discípulos creyeron en la respuesta absoluta aferrados a Cristo, el reino de Dios y también creyeron en la promesa absoluta siendo testigos de sólo el Espíritu Santo. Ellos experimentaron las obras del Espíritu Santo cuando estuvieron reunidos en el aposento alto de Marcos. Desde ese momento la Iglesia se levantó y fue el comienzo de las evidencias en el poder de la resurrección.
2. Los testigos de la resurrección
Los que habían experimentado el poder de la resurrección de Jesús fueron a Macedonia y entraron a las sinagogas (Hechos 17:1-9). Ellos fueron testigos de la resurrección única de Jesucristo y testificaron la razón de porqué Jesús tenía que resucitar. El Señor que ha resucitado aún está obrando junto con su Espíritu Santo en nosotros.
La Iglesia de Tesalónica fue levantada cuando testificaron el poder de la resurrección en Macedonia. Ellos siempre estuvieron en el itinerario del Pacto y siempre disfrutaron dentro de la oración el gran gozo en sus vidas con la gran seguridad dentro del poder del Espíritu Santo. El poder de la resurrección todavía está tomando lugar y sigue obrando. Dios nos ha levantado como testigos en el campo.
¡Dios! Te agradecemos por levantarnos como testigos de esta resurrección aferrados al pacto de sólo Cristo. Que no quedemos desalentados en nuestros campos sino que podamos experimentar el poder de la resurrección. Oramos en el nombre de Jesucristo. Amén.
1er Mensaje de la Iglesia de Emanuel |12.4.2020