EL COMIENZO DE LOS 30 AÑOS QUE HEMOS CAMINADO
Génesis 37:1-11 | Y lo contó a su padre y a sus hermanos; y su padre le reprendió, y le dijo: ¿Qué sueño es esto que soñaste? ¿Acaso vendremos yo y tu madre y tus hermanos a postrarnos en tierra ante ti? Y sus hermanos le tenían envidia, mas su padre meditaba en esto (V.10-11).
Hay personas que salen de buenas universidades pero no trabajan bien, en cambio, hay personas que no han recibido buena educación pero trabajan muy bien. Entre ellos, hay una diferencia; el conocimiento invisible, el poder invisible y la respuesta invisible a los ojos, esto es el pacto y el Evangelio, y José fue la persona que disfrutó de ellos. Y nosotros, ¿cómo podemos disfrutar de estos poderes?
1. El comienzo y el sufrimiento de José
La muerte de su madre Raquel, le causó dificultades a José. Sin embargo, José tuvo el sueño que Dios le había dado y tuvo la comunicación con su padre (Génesis 37:1-11). Los Remanentes tienen que cambiar todas las heridas por la visión y tener la comunicación con los líderes. Para José, quien tuvo el pacto, el sufrimiento se convirtió en la bendición de tener el secreto de la cumbre (Génesis.39:1-6).
2. José, que llegó a ser la cumbre
José fue acusado falsamente y fue a la cárcel donde se encontró con el copero del rey. José interpretó el sueño del copero y el copero fue restablecido en su puesto. Y un día, José pudo dar la respuesta al rey Faraón porque el rey tuvo un sueño. De esta manera, si tenemos las habilidades dentro del pacto, podemos dar las respuestas que nadie más (Nobody) puede dar.
Los Remanentes tienen que tener 3 tipos de imágenes. Son el fundamento (la raíz, el estado espiritual), los principios (la actitud) y las cosas básicas (las habilidades). Estemos donde estemos, si somos capaces de renovarnos, podremos disfrutar continuamente de las respuestas.
Dios, guíanos para que seamos los Remanentes que cambian las heridas por la visión, que refuerzan las habilidades dentro del pacto y que son capaces de renovarse. Oramos en el nombre de Jesucristo. Amén.
Mensaje Núcleo | 21.3.2020