LA SANIDAD Y LA CUMBRE
Génesis 1:27-28 | Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra (V. 28).
Aquellos que conocen la conclusión de Dios son diferentes. Ellos son diferentes porque conocen la corriente del Evangelio y conocen la visión de Dios para esta época, por lo tanto, pueden cambiar la época. En nuestro caso también, si seguimos la corriente de la palabra y de la oración, ciertamente podremos hacer las obras maestras de Dios que permanecen. Es decir, dejar unos resultados diferentes a los del mundo. ¿Cuáles son los factores para que podamos dejar los resultados diferentes?
1. Tener la experiencia correcta
José experimentó algo sorprendente en la casa de Potifar y fue una experiencia que nada ni nadie del mundo le pudo dar. José conocía que él fue esclavo de Egipto por el plan absoluto de Dios. Samuel, quien nació como un nazareo, experimentó escuchar la voz de Dios al lado del arca del pacto. Eliseo, quien pidió la doble porción del Espíritu de Dios, experimentó el movimiento de Dotán. La Iglesia Primitiva estuvo en esta corriente y ahora estamos nosotros siguiendo la corriente.
2. Tener una respuesta mayor que supera las heridas y ser la cumbre
Hay diversas heridas que pueden sufrir los Remanentes. Pueden ser las heridas de la Iglesia, del colegio o del mundo. Las personas con heridas pueden causar otro tipo de heridas a otras personas y producir un círculo vicioso. Sin embargo, los Remanentes que tienen la solución, pueden convertir los problemas en las obras maestras con las respuestas del Evangelio. Además, pueden transmitir estas respuestas a otras personas. Por eso, es muy importante orar esperando hasta que el Evangelio que Dios nos ha dado se convierta en las obras maestras. Desde entonces, podemos crear las obras maestras espirituales con la identidad de ser los Remanentes, y crear las obras maestras en el mundo con la autoridad. Finalmente, seremos las cumbres de la sanidad.
Tenemos que disfrutar de que Dios está junto con nosotros, seguir la respuesta durante las 24 horas, ser las cumbres espirituales, dejar las obras maestras y transmitir este contenido a la siguiente generación para que lo tengan grabado. Dios nos llamó para hacer este mandato y para dar la respuesta al mundo que está muriendo.
Guíanos para que el Evangelio que nos has dado sea la obra maestra y para que nos levantemos como las cumbres con el fin de poder sanar el mundo. Oramos en el nombre de Jesucristo. Amén.
1.er Mensaje del Retiro para los hijos de pastores | 6.8.2018