EL ALTAR DE LA ORACIÓN DEL LINAJE DE ABRAHAM
Génesis 13:18
Y Jehová dijo a Abram, después que Lot se apartó de él: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente.
Dios bendijo al hombre creado a su imagen. Pero el primer hombre Adán se separó de Dios y ahora toda la humanidad ha perdido todo. Dios prometió el altar de la oración a través del linaje de Abraham. Como Remanentes ¿Qué altar de la oración tenemos que edificar?
Abraham edificó el altar de la restauración con el poder de Dios. Fue llamado como el origen de bendición que rompe estas incredulidades y nuevamente reafirma las bendiciones. Fue renovada la identidad espiritual de Abram a Abraham. Isaac levantó el altar del evangelismo con el Evangelio, experimento de Jehová Jireh y grabó completamente el Evangelio en su vida. También disfrutó las bendiciones del evangelismo restaurando la fuente de bendición de Rehobot.
Jacob edificó un altar cuando escapaba de su hermano Esaú. Dios cambio el nombre de Jacob a Israel (Génesis 32:23-32). Fueron preparadas las misiones a través del linaje de Jacob con las 12 tribus de Israel. José que se había aferrado al pacto edificó con seguridad el altar de las misiones (Génesis 37:1-11). Fue vendido como esclavo y puesto como prisionero pero al final fue puesto como la cumbre en frente del rey Faraón (Génesis 41:38). José caminó en el itinerario de la misiones porque fue llamado para salvar las vidas de todo el mundo.
Dios nos ha llamado para que nos levantamos como los Remanentes que edificarán los altares con el pacto del evangelismo, el altar de restauración de las misiones, el altar del Evangelio que salvará las Iglesias y el altar de restaurar la economía de luz. El pacto de Dios nunca cambiará, ahora podemos comenzar a edificar el altar de la oración dentro de la soberanía absoluta y el pacto absoluto de Dios.
Dios! Que nuestro linaje pueda caminar en el frente de esta luz únicamente en el Evangelio y que estemos dentro de las misiones. Oramos en el nombre de Jesucristo. Amén.
Mensaje de entrenamiento de 70 obreros | 2020.1.21