LA PROMESA IMPOSIBLE

Génesis 15:1-11

Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia. Y le dijo: Yo soy Jehová, que te saqué de Ur de los caldeos, para darte a heredar esta tierra. (6-7)

¿Estamos desalentados por los problemas y las preocupaciones? Es porque con nuestras fuerzas es absolutamente imposible, pero para Dios es todo posible. Tenemos que descubrir el pacto absoluto que Dios cumplirá. Cuando vamos junto con el pacto absoluto que se cumplirá entonces levantaremos el altar para el propósito absoluto de Dios. Entonces en este momento ¿Qué respuestas nos seguirán?

1. Hasta ahora no el ‘Yo’ sino un otro ‘Yo’

Cuando levantamos el altar hacia Dios esto es el tiempo de disfrutar del otro ‘Yo’. Nosotros no somos seres para hacer las necesidades que Satanás quiere. Para nosotros que somos salvos, nuestro respaldo es el Reino de Dios también poseemos el misterio espiritual de disfrutar este respaldo espiritual.

1. La fuerza y la identidad en este otro ‘Yo’

Nosotros que somos salvos a través del Evangelio de Cristo podemos salvar a este mundo. Dios nos ha otorgado otra fuerza. Con nuestra fuerzas no podemos salvar a este mundo pero con la fuerza dada por Dios entramos en la bendición de salvar a este mundo. Mi identidad ha cambiado completamente y por la justicia de Dios aún siendo pecadores fuimos tomados como hijos suyos. Tenemos que permanecer en las obras de Dios que salvarán  el mundo.

El plan absoluto de Dios es entrar en las bendiciones de sanar las 237 naciones y ser los Remanentes de la cumbre. A los que se aferran a esta bendición Dios obrará en ellos con su poder absoluto. Cuando nos aferramos al pacto de Dios hoy con firmeza las 24 horas, entonces disfrutamos de Emanuel. En ese instante la respuesta de las 25 horas que sobrepasa todos nuestros límites toma lugar y podremos hacer que quede una obra maestra eterna.  

Dios! Que podamos abrir nuestros ojos espirituales y recibir la fuerza dada por ti. Dios que seamos utilizados como testigos de salvar este mundo. Oramos en el nombre de Jesucristo. Amén.

Primer Culto de la Iglesia Emanuel | 19.1.2020