LOS QUE HAN QUEDADO, ¡SALVEN AL MUNDO!

Hechos 2:9-11 | Cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios. (V.11)

Las Iglesias han perdido la luz del Evangelio y los templos de las Iglesias están a la venta para las religiones. Con mi propio poder y plan no puedo sobrevivir ni salvar al mundo. Dentro de la corriente de la historia, que es el plan absoluto de Dios, ¿cómo puedo salvar al mundo como aquellos que han quedado?

1. Tomemos una determinación aferrándonos a la misión que Dios nos da

Dios nos dio la misión del Cristo, del Reino de Dios y de la llenura del Espíritu Santo. (Hch.1:1, 3, 8) Podemos aferrarnos a la misión del Cristo quien es el solucionador de todos los problemas, la misión del secreto del Reino de Dios y de la llenura del Espíritu Santo lo que es el poder de sólo (Hch.1:14). Cualquier problema tiene su respuesta y los hijos de Dios tienen la garantía de su futuro por lo tanto, podemos tomar una determinación en la oración aferrándonos al pacto.

2. Los que han quedado, son los que salvan al mundo con el poder de Dios

Dios nos da el poder que viene desde lo Alto y es un poder irresistible (Hch.2:1-3). Es el poder de la Palabra que absolutamente se cumple (Hch.2:14-40) y este poder se fortalece más mediante el culto (Hch.2:42). Especialmente Dios obra para que los empresarios, los Líderes de la Iglesia y los Remanentes puedan experimentar el poder en sus campos y salvar al mundo siendo los testigos (Hch.2:46-47).

A los que han quedado, Dios les ha encargado la economía de la luz (Hch.2:43-5). Después de aferrarnos a la conclusión de sólo y al pacto de Dios, y también después de entender; la respuesta de la oración, el cumplimiento de la Palabra, el horario de Dios y la corriente del campo, esperamos que sea el día de tomar una determinación de fe para la siguiente generación y la evangelización del mundo.

Que seamos los que han quedado, quienes salvan el mundo gozando el plan absoluto de Dios y la economía de la luz. Oramos en el nombre de Jesucristo. Amén.

1.er mensaje de la 22.ª Conferencia mundial de empresarios /16.4.2019