de Marzo. EL MOVIMIENTO DEL EVANGELISMO INVISIBLE A LOS OJOS

1ª Corintios 4:1 | Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios.

¿Han escuchado la palabra ‘conocimiento tácito (tacit knowledge)’? Se refiere a un conocimiento importante aunque es invisible a los ojos. La consecuencia depende de la fuerza espiritual oculta más que del poder revelado. ¿Cuál es la personalidad y el centro del corazón que tengo que tener como el evangelista que va a salvar el campo?

1. El entro del corazón y la fuerza invisible a los ojos del evangelista

Los Remanentes de la Biblia eran evangelistas con un conocimiento espiritual. Gozaban la presencia del Dios Trino, el respaldo celestial, la identidad y la autoridad de quebrar el trasfondo del infierno. Es lo que tenían José y David mientras cuando sus hermanos no lo tenían. Es lo que Samuel, Elías y Isaías veían mientras cuando los reyes no lo sabían. Es la razón por la que David obedecía a Dios mientras cuando Simei lo maldecía. Ellos tenían una fuerza invisible a los ojos. 

2. La fuerza invisible a los ojos y su claro resultado

Nadie nos puede quitar la fuerza invisible a los ojos. Mucha gente perseguía a la Iglesia Primitiva, sin embargo acabaron salvando a aquellos que les perseguían. En cada campo, Pablo confesó su fe. (Fil. 3:1-21,4:13,19) Con esa respuesta Dios cambió el mundo. Se reveló claramente el resultado del Evangelio que se ha mantenido oculto desde tiempos eternos, que ha sido manifestado ahora y será para siempre (Rom.16:25-27).

En la Biblia podemos ver el testimonio de como Egipto fue trasformada por medio de un esclavo (José) y un anciano (Moisés), en los que estaba el Espíritu de Dios, y no por medio del rey Faraón ni los templos de la idolatría. Que podamos entrar en en la gracia de poder orar en un determinado tiempo (oración a tiempo marcado), orar sin cesar en todos los lugares que vamos (oración continua) y orar ofreciendo nuestras vidas ante los problemas o acontecimientos (oración concentrada). 

¡Dios! Que gocemos la fuerza verdadera invisible a los ojos para salvar la Iglesia y la época, también permítenos la gracia para concentrarnos sólo en Dios.

Mensaje del entrenamiento para discípulos regionales del Evangelismo/ 29.10.2019