SALVEMOS A LAS FUTURAS GENERACIONES DEL MUNDO
Mateo 18:1-10
Cualquiera puede sentir euforia cuando recibe respuestas a la oración o caer en el desánimo cuando no tiene contestación. El verdadero problema es cuando los obreros comprometidos que han recibido sus pactos como sus mandatos celestiales pierden el Evangelio. Cuando los discípulos discutieron sobre quién era el mayor en el reino de los cielos, Jesús les dio la solución fundamental. ¿A qué debemos aferrarnos para cumplir el deseo de Dios de evangelizar el mundo y salvar a las futuras generaciones?
1. El movimiento del RUTC y el movimiento de la cumbre que levanta Remanentes
En todas las épocas, Dios ha usado a Israel para levantar movimientos. Estos incluyeron el movimiento del desierto tras el Éxodo (Deuteronomio 6:4-9); el movimiento de Mizpa donde los israelitas renunciaron a sus ídolos y regresaron a Dios (1 Samuel 7:1-15); el movimiento de Dotán en el que las personas se jugaron sus vidas para levantar líderes (2 Reyes 6:8-24); el movimiento del guarda que levantó una bandera para las siguientes generaciones (Isaías 62:6-12); y el movimiento de la sinagoga que levantó el RUTC (Hechos 17:1, 18:8 y 19:8). El establecimiento de la cumbre espiritual, la cumbre de los estudios (de los talentos) y la cumbre cultural a través de esos movimientos de la cumbre fue el único método de Dios.
2. La escuela de sanidad y la escuela de la cumbre a través del “movimiento de nadie”
Nadie puede dar respuestas; nadie se atreve a presentarse ante los reyes; y nadie puede cambiar el mundo. Sin embargo, Dios ha prometido que hará las obras que nadie más puede hacer a través de los Remanentes. Por eso ha llamado a los Remanentes que se han esparcido por las 237 naciones del mundo. Dios los ha llamado como las figuras principales del “movimiento de nadie” para sanarlos y levantarlos como la cumbre.
No debemos ser como aquellos discípulos que se entusiasman con facilidad por recibir respuestas efímeras, y tampoco nos debemos mover por las pequeñas ganancias. No debemos tener incredulidad sobre lo que comeremos, vestiremos o beberemos. En lugar de eso, atesoremos en lo más profundo de nuestro corazón “solo Evangelio”, la iglesia correcta y el pacto para la posteridad que salvará al mundo.
Oración del pacto. Querido Dios, ayúdanos a guardar únicamente tu pacto en nuestro corazón para que podamos experimentar su cumplimiento.