LA MISIÓN ETERNA: ¿QUÉ DEBEMOS DISFRUTAR?
Romanos 16:25-27
La gente desea conseguir popularidad, fama y riqueza. Sin embargo, estas cosas no son ni perfectas ni eternas. Son fugaces y, como tales, no vale la pena que dediquemos nuestra vida a conseguirlas. Por el contrario, Dios eterno ha prometido darnos bendiciones eternas. ¿Cómo podemos aferrarnos con sinceridad al pacto eterno?
1. Debemos disfrutar de la verdad espiritual eterna
Cuando entendemos las verdades espirituales eternas y hacemos una confesión de fe, podemos disfrutar de respuestas que trascienden el tiempo y el espacio. Primero, son las obras del Dios Trino (Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo). Segundo, es el respaldo del Cielo. Tercero, las personas no creyentes sufren porque su respaldo es el infierno. Cuarto, Satanás, el diablo, engaña a las personas (Mateo 25:41). Quinto, los ángeles sirven a los hijos de Dios (Hebreos 1:14 y Apocalipsis 8:3-5). Sexto, el cuerpo es temporal, pero el alma es eterna. Séptimo, la iglesia, que es el cuerpo de Cristo, también es eterna.
2. Debes disfrutar de nuestro estado, autoridad y corona eterna
Dios nos ha elegido y nos ha llamado como sus hijos (estado eterno). No la hemos buscado, pero hemos recibido la autoridad eterna que ha sido derramada desde lo alto. Por eso podemos usar la autoridad de Jesucristo. Nuestra corona eterna son las almas que hemos evangelizado (1 Tesalonicenses 2:19), todo el mundo (Mateo 24:14) y la recompensa del evangelista.
El Dios eterno nos ha llamado para que disfrutemos de las bendiciones eternas. No hay nada tan insensato como confiar en nuestras propias habilidades o en los demás. Dar todo lo que tenemos, disfrutar de todo y salvar todo son la conclusión de la misión eterna.
Oración del pacto. Querido Dios, ayúdanos a restaurar la gracia de disfrutar la primera, última y eterna misión juntos en el campo.