RESTAUREMOS LO QUE SATANÁS HA ROBADO
Romanos 16:25-27
Las respuestas no llegan por sí solas sin ningún cambio. ¿Cómo podemos recuperar lo que hemos perdido o lo que Satanás nos ha robado? En primer lugar, debemos desechar la incredulidad y renovar nuestro estado espiritual. ¿A qué debemos aferrarnos las iglesias sin poder; las futuras generaciones que dudan; el mundo que se enfrenta a desastres; y nosotros los Remanentes?
1. ¿Qué nos ha robado Satanás?
Hemos perdido la palanca del Evangelio para salvar al mundo. Desechamos el recipiente que contiene el pacto como si no valiera nada. Satanás nos ha robado nuestra misión como figuras principales y testigos que traen el cambio (Transmisión). Al igual que los israelitas que estaban atrapados en sus “viejos moldes”, nosotros nos hemos convertido en esclavos y cautivos y hemos sido colonizados.
2. Restauremos las cosas de Dios
La Iglesia Primitiva se aferró a las promesas de Dios. Pablo salvó a la iglesia, a las generaciones futuras y el campo. Confesó que Jesucristo era el Salvador (Hechos 2:1-47, 11:19-30 y 12:1-25), desechó la ideología del “pueblo elegido” y abrió las puertas a las misiones (Hechos 16:6-10). Trascendió a Roma y se convirtió en testigo de la evangelización mundial (Hechos 19:21, 23:11 y 27:24). Esta es la misión que debemos restaurar por el bien del mundo entero, la gente de otras etnias y las futuras generaciones.
Somos hijos de Dios que han recibido la salvación y aquellos “que quedaron” (Remanentes) que salvarán al mundo. Por tanto, “solo Jesucristo” será proclamado a todas las personas y todas las naciones desde tiempos eternos, ahora y para siempre.
Oración del pacto. Querido Dios, ayúdanos a renovar nuestro estado espiritual y después restaurar el movimiento de evangelismo que nos enseña la Biblia.