LA RESTAURACIÓN DE LAS IGLESIAS CAÍDAS DE COREA
Hechos 1:8-14
Todo puede ser comunicado correctamente si los planes de Dios están en los corazones de sus hijos. Aunque los fariseos habían recibido una buena educación, no estaban dentro del pacto de Dios. Por tanto, su descendencia acabó destruida sin remedio. Por el contrario, los miembros de la Iglesia Primitiva parecían carecer de fuerzas, pero estaban dentro del plan de Dios. Por eso, Dios derramó las respuestas más importantes sobre la Iglesia Primitiva. Como hijos de Dios, ¿a qué pacto debemos aferrarnos?
1. Una pequeña devoción de fe (Hechos 2:43-45)
La Iglesia Primitiva se reunió y tuvo sus pequeñas devociones a través de la fe (Hechos 1:14 y 2:43-45). Este campo se convirtió en el lugar donde se cumplió el pacto prometido de las Tres Fiestas del Antiguo Testamento (Hechos 2:1-4). Aunque fue una pequeña devoción, se abrieron grandes puertas para la evangelización mundial (Hechos 2:9-11) y se cumplió la Palabra que había sido profetizada en el Antiguo Testamento (Hechos 2:14-21). Las puertas al futuro se abrieron (Hechos 2:17-18) y se levantaron tres mil discípulos (2:41). Del mismo modo, si nuestra vida está dentro del pacto de Dios, experimentaremos el cumplimiento de Sus obras.
2. Convertir las tribulaciones en oportunidades y la escasez en la economía de la luz (Hechos 11:19 y 28-30)
La iglesia en Jerusalén siguió recibiendo ofrendas a pesar de que las personas creyentes se estaban enfrentando a tribulaciones y habían tenido que esparcirse tras la muerte de Esteban. También ofrecieron sus escasas posesiones a la iglesia en el aposento alto de Marcos, donde se cumplió la Palabra. Dios dio respuestas todavía más importantes que las recibidas por los israelitas durante el Éxodo. A pesar de que una gran hambruna afectaba al mundo, Dios dio las respuestas de la economía de la luz a la Iglesia de Antioquía y le envió al evangelista Pablo.
3. La respuesta de salvar la ciudad que Satanás ya había tomado (Hechos 19:21 y Romanos 16:3-4)
Dios dijo a Pablo que también debía ver Roma (Hechos 19:21). Dios le dio respuestas por adelantado a Pablo porque se había aferrado al pacto de salvar la ciudad que Satanás ya había tomado. Dios ya había preparado el arrepentimiento del procónsul (Hechos 13:12) y la bendición de los encuentros con Lidia, Jasón, Priscila y Aquila (Hechos 16:15, 17:6 y 18:1-4). Además, Dios permitió que ocurriera un gran incidente (Hechos 19:21, 23:11 y 27:24). Por último, Dios permitió la evangelización de Roma a través de todas las rutas privadas, comerciales y marítimas.
Oración del evangelista. Querido Dios, permite que nos aferremos a lo que más deseas. En fe, demos nuestra devoción en todas las obras, aferrémonos al pacto y permanezcamos dentro de su cumplimiento.