¿QUE MINISTERIO TENEMOS QUE HACER
Daniel 1:8-9
El inicio de una “época internacional” ha abierto aún más las puertas a una época de sociedades multiétnicas, así como de los niños de tercera cultura (Third Culture Kids – TCK). Los evangelistas deben abrir los ojos para verlo. Cuando tengamos encuentros con TCK, debemos pensar que ese encuentro es la “única y última oportunidad” para transmitirles el Evangelio. Estaremos ante una oportunidad eterna si los TCK entienden el Evangelio y se convierten en obreros comprometidos. Debemos atesorar esto en nuestro corazón cuando hagamos el ministerio TCK. ¿Qué tipo de ministerio debemos hacer?
1. Sanar las heridas
La esclavitud, el cautiverio, las guerras y la colonización al que fueron sometidos los israelitas se convirtieron en heridas invisibles para ellos. De la misma manera, los inmigrantes, refugiadas y desertoras de Corea del Norte tienen grandes heridas. Por tanto, debemos ser capaces de sanar esas heridas. Si esas heridas se quedan como están, se transformarán en problemas espirituales y al final enraizarán como eventos traumáticos que se convertirán en lo grabado, raíces y naturaleza dentro de sus corazones y mentes. Siempre debemos tener en cuenta que la única forma de sanar esas heridas es mediante la Palabra de Dios. Debemos confirmar y encontrar la Palabra y sanar esas heridas dentro del Evangelio.
2. Descubrir las cualidades
José, que era un niño de tercera cultura, salvó a Egipto y al mundo entero. Debemos informar correctamente a los TCK de sus identidades. No necesitan buscar sus identidades que respondan a las preguntas “¿Quién soy yo?” y “¿De qué país soy?” porque los TCK son hijos de Dios. Todos los procesos se convierten en nuevas fuerzas para los TCK cuando entienden este hecho. Una de las fortalezas que poseen los TCK son los idiomas que hablan, que se pueden usar grandemente para la evangelización mundial. También han experimentado diferentes culturas. Sin ser conscientes de ello, ya poseen recipientes con las que pueden abrazar la globalización. Por tanto, Dios los ha llamado como “los que quedaron, los que quedan, los que quedarán y los que dejarán”.
3. La evangelización completa
Debemos ayudar a los TCK para que se evangelicen por completo. No debería importarnos la edad que tengan. Debemos ayudarlos para que se levanten como aquellas personas que toman la determinación adecuada ante Dios (Daniel 1:8-9). Además, debemos levantarlos para que disfruten de la voluntad de Dios. Sadrac, Mesac y Abed-nego habrían confesado su fe al negarse a postrarse ante los ídolos aunque Dios no los hubiera rescatado de una muerte segura (Daniel 3:8-24). De la misma manera, debemos levantar a los TCK como personas que transmiten la voluntad de Dios al mundo entero (Daniel 6:10-22).