EL GUARDA DE LA IGLESIA Y DEL SANTUARIO
Ezequiel 3:16-21, 33:7-9
El llamado de los guardas es observar en silencio con el poder de la oración. Cuando llegan las dificultades, deben alertar y proteger, y en tiempos de crisis, deben salvar a otras personas. Dios nos ha llamado como guardas para salvar a las personas que se están ahogando en los doce problemas de Satanás. ¿Qué debemos proteger como guardas?
1. Un guarda que protege el “yo”
En primer lugar, debemos protegernos a nosotros mismos. “Solo Cristo” puede librarnos de las garras de Satanás. El Reino de Dios se establecerá cuando nos aferremos al pacto de Cristo. A partir de ese momento, el viento fuerte del Espíritu Santo comenzará a soplar en cada acontecimiento. Al vigilar y salvarnos con este poder, nuestro destino cambiará y nuestro campo y futuro se transformarán.
2. Un guarda que protege la iglesia
Debemos convertirnos en guardas que protejan la iglesia. La iglesia es un lugar de encuentro para aquellas personas que han desechado todo lo demás y solo se aferran al pacto (Hechos 1:14). Los discípulos de la Iglesia Primitiva que se encontraron en el monte de los Olivos se aferraron al pacto de Dios y se reunieron en el aposento alto de Marcos. Después, recibieron la mejor respuesta en ese lugar. Aunque la Iglesia Primitiva parecía carecer de fuerzas, las obras de salvar a Roma comenzaron allí. El verdadero poder de la iglesia está salvando al mundo.
3. Un guarda que protege el campo
Somos guardas que salvarán el campo donde la gente ha quedado atrapada en las trampas, los marcos y los lazos de Satanás. También se necesita con urgencia un santuario que pueda salvarlos. Este santuario se levantará como el guarda para sanar a los enfermos, salvar a las personas que sufren por causa de las dificultades espirituales y salvar las almas que viven en las 237 naciones, con el fin de que puedan salvar a los y las Remanentes y a la siguiente generación.
Oración del evangelista. Querido Dios, gracias por llamarnos y ayudarnos a convertirnos en guardas que salvarán su iglesia y su campo.