LA PREPARACIÓN DEL SANTUARIO QUE TIENE TRES PROPÓSITOS
Isaías 62:6-12
Debemos comenzar a orar por la construcción de la iglesia que salvará el campo y a otras iglesias. Hay un punto que debemos entender en primer lugar. Dios comenzó el movimiento de liberación y restauración a través de aquellas personas que se aferraron al pacto. Si nos aferramos al pacto, venceremos a Satanás, y como el pacto se cumplirá con toda seguridad, también recibiremos respuestas por adelantado. ¿A qué pacto debemos aferrarnos para que se construyan iglesias en todos los campos?
1. La iglesia donde se reunirán los Remanentes (Isaías 6:1-13)
Dios nos ha llamado como el Remanente, y como tal, podemos experimentar el poder del trono y ver las obras de Dios a través de sus ejércitos celestiales de ángeles. En esto consiste experimentar el poder de Dios como Remanentes. No escuchemos lo que la gente dice y los discursos de incredulidad. Al contrario, aferrémonos al pacto y oremos. Los Remanentes que han visto el poder de Dios son distintos. La iglesia con la que Dios sueña se construirá cuando estos Remanentes se reúnan.
2. La Iglesia que resplandece (Isaías 60:1-22)
Dios desea levantar una iglesia que resplandezca. Brotes crecerán desde lejos con esta luz. Cuando la luz del Evangelio resplandece, experimentamos los milagros de que el pequeño vendrá a ser mil, el menor, un pueblo fuerte, y los brotes dan lugar a un bosque. Las obras para salvar a Babilonia se levantaron través de unos pocos adultos jóvenes que se aferraron a este pacto y resplandecieron. Dios prometió: “Yo Jehová, a su tiempo haré que esto sea cumplido pronto”. Nosotros poseemos la luz de Cristo que salvará los campos en todo el mundo.
3. La iglesia que salva a las 237 naciones (Isaías 62:6-12)
Ahora es el momento de prepararse para salvar a las 237 naciones. Para prepararnos, debemos ir más allá de nuestra condición de brotes y convertirnos en guardas. Primero, oremos para que nuestro trabajo esté conectado con la evangelización mundial. Estamos dentro de la corriente del pacto donde Dios no tiene más remedio que obrar; por eso, debemos barrer el camino al pueblo, allanar la calzada, quitar las piedras y alzar pendón a los pueblos. Debemos entrar en la llenura del Espíritu Santo y el poder, y levantarnos en la línea del pacto.
Oración del evangelista. Querido Dios, guarda nuestra vida dentro de la bendición del santuario que deseas.