EMPRESARIOS QUE SALVARÁN EL CAMPO DE LA IDOLATRÍA – PERSONAS QUE QUEDARÁN
Hechos 18:1-4
Dios nos ha llamado como “las personas que quedarán” para restaurar las iglesias y los templos que han sido derrumbados y para salvar los campos de idolatría cuyo destino es ser destruidos. Los campos están bajo dominio de Satanás, las enfermedades espirituales se transmiten a las siguientes generaciones y la posteridad se derrumba sin que sepamos por qué. Esta época está en crisis porque el Evangelio correcto no se transmite en la iglesia y el templo. Esta época nunca podrá ser restaurada solo por medio de la fuerza humana. Por eso, Dios ha prometido hacer esta obra con nosotros. ¿Dónde está puesta la atención de Dios en este momento?
1. La época de los desastres
Las naciones poderosas donde el Evangelio ha desaparecido están en crisis. El campo se ha convertido en una zona de desastre porque nadie comparte el Evangelio. Este problema se transmite a la siguiente generación, que está creciendo en esta época. Para resolver este problema, Dios nos ha levantado como personas que “quedarán”. Dios ha prometido darnos la respuesta para salvar a las naciones poderosas, a los campos y a las generaciones futuras. Cuando oramos para que se levanten estas obras, Dios nos da la respuesta inevitable de usar nuestra vida como testigos en los campos que ha preparado.
2. La época de las enfermedades
Las enfermedades físicas se pueden curar en los hospitales. Sin embargo, actualmente las personas están afectadas por enfermedades espirituales y no conocen el método para curarse. Por este motivo, Dios nos ha llamado para sanar a las personas que están muriendo por causa de las enfermedades espirituales y nos ha dado la respuesta de “solo Evangelio”. Nada más puede solucionar los problemas espirituales ni sanar esta época de enfermedades.
3. La época de la oscuridad cultural
Satanás, los espíritus malos y la cultura que está atada por las fuerzas de la oscuridad dominan el campo. Sin embargo, no tenemos motivos para preocuparnos porque la oscuridad nunca puede vencer a la luz. Somos las personas “que quedaron” y las “que quedarán” para bloquear la oscuridad en el campo. Dios, que tiene la autoridad del cielo y de la tierra, ha prometido estar a nuestro lado para que podamos hacer esta obra. Solo tenemos que creer en esta promesa.
Oración del evangelista. Querido Dios, que la luz del “solo Evangelio” se transmita a las épocas de desastres, enfermedades y oscuridad cultural.