EMPRESARIOS QUE SALVARON EL MUNDO – PERSONAS QUE QUEDARON
Hechos 2:9-11
Las personas creyentes son la iglesia. Las iglesias de todo el mundo están desapareciendo, junto con sus santos. Sin embargo, los miembros de la Iglesia Primitiva recibieron la respuesta de salvar el mundo. Como empresarios, descubrieron las respuestas de “aquellos que quedaron” dentro de la corriente de la importante historia de Dios. Todas las personas que Dios levantó en cada generación disfrutaron de esta bendición. ¿Cómo lo disfrutaron?
1. Su Misión
Recibieron la misión de levantarse en el lugar de “los que quedaron”. Dios les prometió a Cristo, Aquel que solucionó todos los problemas (Hechos 1:1), y también las obras de Su Reino, que salvaría esta tierra que se enfrenta a su destrucción (Hechos 1:3). A través de esos métodos, Dios prometió “solo el Espíritu Santo y solo poder” para levantarnos como Su “único testigo”. Debemos aferrarnos a esta misión como nuestra bendición y disfrutarla en el campo.
2. Una determinación
Ahora que tenemos nuestra misión, debemos tomar una determinación. Primero, determinar que nada es un problema porque poseemos la respuesta. Después, tomar una determinación con respecto a dónde pertenecemos porque esto determina todo. Por último, coger el pacto de “solo” (Hechos 1:14). Estas son las determinaciones que debemos tomar.
3. Poder
Desde ese momento, Dios nos da la bendición de las tres fiestas y el poder del cielo (Hechos 2:1). Él nos da poder irresistible como el viento y el fuego (Hechos 2:2-3), la Palabra (Hechos 2:14-40), el culto (Hechos 2:42) y el campo (Hechos 2:46-47). Si nos aferramos al pacto de restaurar las iglesias que se han derrumbado, Dios nos dará con toda seguridad la economía de la luz y nos guiará con Su bendición de “solo”. Si nos aferramos al pacto que entra en la respuesta de sumar fuerzas para la evangelización mundial, Dios comenzará esas obras a través de nosotros.
Oración del evangelista. Señor, ayúdanos a entrar en tu pacto. Guíanos hasta la línea de “los que quedaron”, tu método y la economía de la luz para devocionar.