CONSTRUYAMOS LAS CIUDADES DE REFUGIO
Josué 20:1-9
Las personas están sufriendo porque no hay un lugar al que puedan confiar sus vidas. La iglesia, que debería ser ese lugar, ha perdido el Evangelio y se está desmoronando. Sin embargo, existe una verdadera esperanza porque Dios Trino sigue obrando en el presente. La Palabra de Dios se sigue cumpliendo hoy, y Cristo es suficiente y completo para solucionar cada maldición. Por último, el Espíritu Santo está con los hijos y las hijas de Dios. ¿Qué lugar de refugio quiere levantar Dios a través de nosotros que poseemos este misterio?
1. El refugio de las 237 naciones
La iglesia que debería salvar al mundo y a la gente se está desmoronando. Hay algo que debe producirnos más tristeza todavía: la mitad de la población mundial ni siquiera ha escuchado el Evangelio. Las iglesias de Europa y América que recibieron el Evangelio están cerrando sus puertas o vendiendo sus templos. En esta época, las personas inmersas en los doce problemas no tienen a dónde ir y, por tanto, acaban cayendo sin remedio en la cultura y la religión creadas por las tres organizaciones (movimiento de la Nueva Era, francmasonería y organización judía). Necesitamos un refugio para hacer brillar la luz de Jesucristo sobre las 237 naciones.
2. El refugio para sanar a las 237 naciones
Tanto la mente como el cuerpo, así como el espíritu, han enfermado, pero no disponemos de un lugar de refugio donde sanarnos o ser restaurados. Las personas, que son seres espirituales, solo pueden ser sanadas cuando se encuentran con Dios. Recibiremos las bendiciones de la sanidad y la cumbre solo cuando tengamos sanidad espiritual a través de Cristo y la fortaleza espiritual que solo Dios puede darnos. Dios desea levantar el lugar de refugio para restaurar Su imagen en las 237 naciones y, con ello, compartir la respuesta de la verdadera sanidad.
3. El refugio para salvar a los Remanentes en las 237 naciones
Existen discípulos en las 237 naciones que esperan fervientemente y están preparados para recibir el Evangelio. Debemos transmitir a estos discípulos el pacto y enseñarles cómo vivir la vida del evangelista. Debemos mostrar a las generaciones futuras la vida que Moisés vivió durante la época del Mar Rojo y el desierto. Hay campos que se están desmoronando porque no han escuchado el Evangelio. Para esta obra, necesitamos el movimiento de la sinagoga de Pablo, que levantó Remanentes para bloquear los desastres del futuro. Si nos aferramos a esto como nuestro pacto, dejaremos atrás las respuestas de cien años, mil años y la eternidad.
Oración del evangelista. Querido Dios, permite que restauremos la razón y la fuerza para levantar el refugio para las 237 naciones. Permite que experimentemos las respuestas que surgen de “solo Evangelio”.