EL NUEVO MOLDE QUE DIOS HA PREPARADO
Josué 2:8-15
Dios mueve a su ejército de ángeles para cumplir el pacto cuando le damos culto. Mientras oramos, surge el poder del trono, que revela nuestra identidad y autoridad. Como podemos ver, ya estamos en un molde diferente. Rahab vio y entró en el molde de Dios, que garantiza la mayor seguridad, y recibió la bendición de estar en la línea de la evangelización mundial. ¿Qué debemos hacer para recibir esta respuesta?
1. Dentro de la corriente del evangelismo que Dios hace
José entendió que ir a Egipto como esclavo era el plan de Dios para evangelizar esa tierra. El plan de Dios también era que el Éxodo se hiciera a través de Moisés, que había fracasado. Los rumores de lo que Dios había hecho en el desierto fueron transmitidos a las personas que vivían en Canaán. Esos rumores fueron suficientes para quebrar la oscuridad que existía allí. Por último, los israelitas entraron en Canaán y recibieron las bendiciones de ser testigos del Dios vivo y de transmitir a Cristo al mundo entero.
2. Dentro del Pacto
Rahab, que ya estaba dentro del pacto, escuchó todos los rumores. Después de la Pascua y el Éxodo, escuchó hablar sobre las increíbles obras de Dios y creyó en Él. También sabía que la conquista de Canaán era el plan de Dios y creyó en su poder y salvación. Rahab confesó que solo Dios es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra. El encuentro de Rahab con los dos espías formaba parte del plan absoluto de Dios para cumplir la evangelización mundial.
3. Dentro del futuro
Rahab sabía que ella formaba parte del futuro. Pidió a los espías que la salvaran a ella y a su familia cuando cayera Jericó. Ató un cordón de grana en la ventana para que los espías lo supieran. Después, de acuerdo a la fe de Rahab, el muro de Jericó cayó, y solo ella y su familia se salvaron. La respuesta que recibió Rahab fue asombrosa. Ella se convirtió en un antepasado del rey David y entró en la genealogía de Cristo. Estas mismas obras han sido preparadas hoy en el campo.
Oración del evangelista. Querido Dios, permite que nos aferremos al pacto correcto y que permanezcamos en él sin desviarnos. Cogeremos el pacto que los ataques de Satanás nunca moverán y emprenderemos el viaje del pacto.