ESE EVANGELISMO – EVANGELISMO QUE HACEMOS
Hechos 13:1-3
Podemos empezar a tener problemas en algún momento. Esos problemas son una oportunidad que Dios ha preparado para que disfrutemos de las bendiciones del evangelismo. Si buscamos la auténtica respuesta, podremos recibir la gracia de Dios y participar en la bendición del evangelismo para compartirla. En ese momento empieza la bendición del evangelismo, esto es, que Dios está verdadera y realmente con nosotros. Los siete Remanentes de la Biblia, los apóstoles, los setenta discípulos y los miembros de la Iglesia Primitiva disfrutaron de esta bendición. Dios sigue obrando en nuestra iglesia, en nuestros campos y en los lugares a los que debemos ir. ¿Qué debemos ser capaces de ver?
1. Un discípulo de respuestas absolutas.
Nosotros ya tenemos la respuesta absoluta que nos Dios ha dado. Cristo, que tuvo victoria en el monte del Calvario, nos llamó al monte de los Olivos e hizo la promesa del pacto de la evangelización mundial (Hechos 1:1-14). Cuando las personas que se aferraron a ese pacto se reunieron, Dios dio la respuesta del aposento alto de Marcos (Hechos 2:1-47). Dios los guió a la iglesia que haría la evangelización mundial (Hechos 11:19-30). Esta es la bendición que recibirán los discípulos absolutos de Dios que recibieron la respuesta absoluta.
2. Un campo absoluto que Dios guía
Dios guía a los discípulos absolutos como nosotros al campo absoluto, para que podamos revertir la cultura idólatra que ha dominado el campo hasta ahora. Solo una persona que sea evangelista puede entrar en este campo. No se trata de un campo en el que las personas puedan entrar simplemente asistiendo a la iglesia o siendo tan poderosas como un fariseo. Dios nos enviará a nosotros y a nuestra iglesia a campos como estos.
3. Un sistema absoluto que Dios ha preparado
Dios ha preparado un sistema absoluto. El lugar de oración que Dios bendice (Hechos 1:14), la respuesta del día de Pentecostés que prometió (Hechos 2:1) y la bendición de entrar en oración profunda en soledad (Hechos 3:1) son las mismas respuestas que recibió la Iglesia Primitiva. A través de la persecución de Esteban, llegaron respuestas: las personas esparcidas transmitieron el Evangelio (Hechos 11:19), se formaron equipos de misión (Hechos 13:1), se descubrió el plan de Dios de abrir las puertas que estaba cerradas (Hechos 16:6-10) y recibieron la Palabra prometida de “me será necesario ver también a Roma” (Hechos 19:21). Dios nos ha llamado como líderes espirituales. Por eso, nuestro pasado se convertirá en nuestra plataforma y comenzará la bendición de levantarnos como personas que salvarán el futuro.
Oración del evangelista. Querido Dios, gracias por levantarnos como personas que restaurarán el Evangelio en esta época donde el evangelismo está desapareciendo. Por favor, usa nuestro trabajo y todo lo que hacemos como tú desees.