UNA PERSONA QUE DESCUBRE AQUELLO POR LO QUE MERECE ARRIESGAR LA VIDA
Hechos 20:24
Una persona que sabe por qué cosas arriesgar su vida es una persona feliz. Sin embargo, la mayoría de personas se vuelcan al máximo en sí mismas, en su economía personal y en alcanzar el éxito. Atadas por las trampas, lazos y marcos creados por Satanás, pierden lo que es importante. Por este motivo, es fundamental que nos levantemos y entremos en la corriente de hallar el “verdadero yo, mis cosas dadas por Dios y mi campo dado por Dios” y de restaurar la bendición de estar con Dios. ¿Qué respuestas hemos confirmado como personas que se han convertido en hijos de Dios?
1. El deseo de Dios que hemos recibido
Dios nos ha dado Su deseo de salvar a la gente. Con el fin de cumplir Su deseo, nos ha dado la Biblia para que creamos que Jesús es el Cristo y recibamos la vida eterna. Los movimientos que salvan vidas son los movimientos del Evangelio, de la Palabra y de la Vida. Las personas creyentes de la Iglesia Primitiva no hicieron distinciones entre el templo y su hogar y simplemente se dedicaron a compartir el Evangelio. Dios ya ha preparado todo para que podamos levantar el movimiento de la Vida en nuestros campos.
2. Una vida para la gloria de Dios
Una vida que entra en el deseo de Dios es una vida vivida para Su gloria. Cuando esto sucede, el reino de Satanás en el campo de nuestra vida se quiebra y el Reino de Dios se establece en él. En ese momento, veremos que el campo se avivará y recibiremos la respuesta de convertirnos en testigos de Cristo hasta lo último de la tierra. También testificaremos ante el mundo entero que Dios está vivo. Las personas que arriesgaron sus vidas por esta obra importante glorificaron a Dios.
3. La vida de Pablo
Pablo se enfrentó a muchas persecuciones porque compartía el Evangelio. A pesar de ello, los pasos de Pablo le llevaron hasta los discípulos que harían el movimiento de la Vida y a la siguiente generación que bloquearía los futuros desastres. Se crearon iglesias regionales centradas en los discípulos que Pablo había levantado. Pablo hizo simplemente la obra de salvar almas, pero, como consecuencia, también dejó como legado la respuesta del avivamiento de los campos. Dios nos ha llamado para que nuestra vida también esté dentro de esta respuesta. Debemos recordar esto siempre.
Oración del evangelista. Querido Dios, te damos las gracias por tu gracia que nos salvó. Ayúdanos a vivir conforme a tu deseo y para tu gloria. Al igual que hiciste con Pablo, permite que descubramos discípulos y levantemos a la siguiente generación.