LA PERSONA QUE TRIUNFA EN LAS TRES BATALLAS
2 Timoteo 2:1-7
Debemos hacer preparativos importantes cuando alcancemos un punto de inflexión en nuestra vida. La mayoría de personas sale al mundo sin solucionar su estado espiritual de desolación, que les impide concentrarse en Dios u orar. Como consecuencia, se manifiestan graves problemas espirituales como el suicidio. Por este motivo, Dios nos ha permitido, como personas que tienen el verdadero Evangelio, salir victoriosos en las tres batallas. ¿Cuáles son las batallas importantes que debemos pelear?
1. La batalla espiritual antes de salir al campo
Hay un mensaje que debemos confirmar antes de encontrar un horario importante en el campo. Debemos tener el horario de concentrarnos en Dios antes de salir a los campos que están espiritualmente desolados (Hechos 1:3). También debemos dedicar tiempo a orar (Hechos 1:14) y salir al campo con las obras que experimentaron en el aposento alto de Marcos el día de Pentecostés. A partir de ese momento, recibiremos la respuesta de fortalecernos en la gracia de 24 horas, 25 horas y la eternidad.
2. La batalla en el campo.
Después de recibir esta respuesta, debemos pelear una batalla en el campo y en el mundo. Como soldado espiritual, debemos luchar en la batalla espiritual y la buena batalla en el campo. Es decir, debemos pelear la batalla de salvar vidas. David, que fue testigo de esto, se aferró y confirmó que la Palabra de Dios se cumplió cuando se enfrentó a Goliat y tuvo victoria en el campo. Nosotros también recibiremos respuestas por adelantado tal y como establece el pacto al que nos hemos aferrado y tendremos victoria en el campo. Este es el comienzo de la batalla que lucharemos en el campo.
3. La batalla del futuro
Hay una batalla futura, que es la batalla contra el sufrimiento que se aproxima. La Palabra que hemos escuchado y cogido comenzará a obrar. Es la misma Palabra que Timoteo poseyó y cumplió cuando era joven. Dios levanta a los testigos que han hecho como evangelistas el viaje del pacto. “No tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes” (Efesios 6:12). Esta es la razón por la cual necesitamos la armadura espiritual completa de Dios (Efesios 6:13–20).
Oración del evangelista. Querido Dios, gracias por darnos la victoria en las tres batallas en un momento crucial de nuestra vida. Danos las respuestas de la sanidad y la cumbre que salvan el campo y a las personas.