LA SEGUNDA RAZÓN PARA EL LLAMADO DE DIOS – LA RESPUESTA ABSOLUTA
Hechos 1:8
Dios nos ha llamado para salvar a Corea del Norte, a China, a la población musulmana, a las naciones sin Evangelio y a las naciones donde las iglesias están desapareciendo. Para esta obra, Dios ha preparado la respuesta y el poder que nos dio ese día (Hechos 1:8), la fuerza que supera el poder de las tinieblas y el poder de la recreación. También nos ha dado la respuesta absoluta para salvar al resto del mundo. ¿Cuál es la respuesta absoluta que Dios da?
1. El discípulo absoluto
Dios ha preparado al discípulo absoluto para nosotros. Por tanto, cuando nos encontremos con un problema o una persona en el campo al que hayamos salido, debemos aceptar, comprender y tener consideración con todas las cosas. Así podremos encontrar a los discípulos preparados en el campo. Por tanto, no necesitamos recurrir al humanismo porque Dios mismo levanta Su obra. Como prueba de esto, 120 creyentes que se reunieron en el aposento alto de Marcos movieron el mundo (Hechos 1:1–8, 14), y se levantaron discípulos entre los empresarios y líderes de iglesias de quince naciones, 3.000 discípulos, muchos líderes de iglesia, Esteban y Felipe (Hechos 2:9–11, Hechos 41–42, Hechos 6:1–7, Hechos 7:14–60, Hechos 8:4–8).
2. El sistema absoluto
Los discípulos absolutos nunca se desmoronan. Por tanto, las obras de Dios continuarán si levantamos discípulos absolutos en cada región. A partir de ese momento, se levantará el sistema absoluto. En el libro de Hechos, después de que se comisionó el primer equipo misionero (Hechos 13:1–2) y se estableció el sistema, una persona poseída por un demonio recibió sanidad y las obras de Dios llegaron a la región (Hechos 16:6–10 y 16–18). A través del sistema absoluto, el movimiento de la Palabra comenzó a levantarse en todas las regiones (Hechos 19:8–20).
3. El objetivo absoluto
Pablo descubrió la meta absoluta que Dios le había dado y confesó: “me será necesario ver también Roma” (Hechos 19:21), “es necesario que testifiques también en Roma” (Hechos 23:11) y “es necesario que comparezcas ante César” (Hechos 27:24). Dios también nos ha dado una meta absoluta. Por eso, cuando escuchemos la Palabra, debemos aferrarnos al pacto absoluto. Las respuestas asombrosas comenzarán cuando nos aferremos al pacto absoluto que quedará para la historia y la posteridad.
Oración del evangelista. Querido Dios, no permitas que los problemas y las personas nos engañen. Permite que aceptemos, entendamos, seamos considerados y disfrutemos de la respuesta del discípulo absoluto, el sistema absoluto y la meta absoluta.