EL MISTERIO
Romanos 16:25-27
Antes de salir al campo, debemos tener el misterio que recibieron los individuos del capítulo 16 de Romanos. Estas personas no consideraron la soledad como algo malo, sino como una oportunidad para confirmar la Palabra de Dios. Confirmaron la Palabra en el campo y que Cristo es la solución. Disfrutando de este misterio, ascendieron hasta la Cumbre. Satanás fue quebrado, el poder de Cristo fue revelado, y las obras del Espíritu Santo comenzaron. ¿Qué hará Dios a través de nosotros?
1. El linaje familiar
Dios desea destruir a través de nosotros la corriente de Satanás que destruye a la humanidad con los doce problemas. Esta corriente se ha transmitido hasta nosotros a través del linaje familiar de nuestros padres como cicatrices. En ese proceso, nuestras heridas se han convertido en problemas espirituales personales. Sin embargo, si sanamos nuestras cicatrices en el Evangelio, entraremos en el camino de las respuestas completas para salvar a nuestros padres, familia y linaje familiar.
2. La iglesia
Dios nos ha llamado como Remanentes para salvar a la iglesia. Por eso podemos enfrentarnos a problemas imposibles que otras personas no pueden resolver. No se trata de un simple desafío para resolver un problema imposible. Se trata de desafiar en lo que Dios nos ha mostrado en el campo. Esta obra es algo que sólo nosotros, que hemos sido llamados por Dios, podemos hacer. Dios hará Su obra y sanará a la iglesia a través de nosotros.
3. La época
Somos personas que cambiarán la época con el Evangelio. Una persona que cambia la época puede ver el futuro. José vio el futuro que salvaría y se fue al campo de Egipto. Por eso, no temió ni la esclavitud ni la prisión. No sólo veía el futuro, sino que también poseía la respuesta que lo salvaría. Ahora es el momento para que preparemos nuestra vasija para salvar el futuro. Es decir, nos estamos preparando para cambiar el futuro con el Evangelio. Sólo necesitamos organizar la Palabra, la oración y el evangelismo que Dios nos ha dado.
Oración del evangelista. Querido Dios, ayúdanos a cambiar nuestro pasado, hoy y futuro con el misterio del Evangelio que nos has dado. Ayúdanos a organizar la Palabra, la oración y el evangelismo para que podamos sanar nuestro linaje familiar, la iglesia y la época.