EL PACTO Y LA SANIDAD DE LA INCREDULIDAD
Mateo 28:16-20
Hay dos tipos de personas en el mundo: las personas del pacto y las personas de la incredulidad. La gente del pacto debe salir al mundo con el poder de sanar que Dios nos ha dado. Las enfermedades espirituales (preocupaciones, nerviosismo, trastornos bipolares, trastornos de pánico, enfermedades mentales, impulsividad, adicción, etc.) son invisibles, y los médicos no pueden tratarlas adecuadamente. Las almas están cada vez más sedientas. Parece que las personas viven sus vidas de fe con diligencia, pero muestran comportamientos extraños. ¿Cómo podemos sanarlas?
1. Escapar de las cicatrices del pasado
Es muy importante que ayudemos a las personas a escapar de sus cicatrices del pasado compartiendo con ellas la Palabra de Dios. La mayoría de personas ni siquiera sabe qué tipo de cicatrices tiene, y aquellas que lo saben, se encuentran en un estado que les impide superarlas con sus propias fuerzas. Las cicatrices profundas detienen el crecimiento espiritual. El conocimiento y las habilidades pueden desarrollarse cada día, pero el crecimiento espiritual se detiene. Por eso, Dios dio continuamente Su Palabra a los israelitas. Quería que escaparan de su naturaleza herida de la esclavitud, el desierto, el cautiverio, la colonización y las cicatrices.
2. Escapar de las obsesiones de hoy
La gente no puede escapar de las obsesiones de hoy. Por eso, Satanás usa los marcos del
“yo, nosotros, las autoridades eclesiásticas y la política”. Las personas están determinadas a vivir centradas en sí mismas, en su grupo, en las autoridades de la iglesia o en la política. No han recibido la respuesta verdadera, que es la salvación. Este es precisamente el punto donde se centra Satanás cuando ataca a las personas.
3. Escapar de las preocupaciones del futuro
Prepararse para el futuro es un talento; sin embargo, preocuparnos por el futuro que aún no ha llegado nos quiebra. La gran voluntad de Dios está escondida en los problemas. Por tanto, no tenemos ninguna necesidad de preocuparnos. El Éxodo fue voluntad de Dios, que les dio el Pacto de Sangre (Éxodo 3:16-20) a los israelitas. El Pacto, que es la Palabra del Señor, es eterno y no cambiará (Isaías 40:6-10). La persona justa que cree en esto vive por la fe (Habacuc 2:14). Cuando el Espíritu Santo venga sobre esa persona, ésta se convertirá en un testigo (Hechos 1:6-8). Las personas creyentes de la Iglesia Primitiva se reunieron aferrándose a este pacto y perseveraron unánimes en oración (1:14). Podemos escapar de las preocupaciones sobre nuestro futuro cuando nos ponemos delante de Dios.
Oración del evangelista. Querido Dios, sana nuestra incredulidad y restaura nuestra fe. Ayúdanos a escapar de nuestras cicatrices pasadas, la obsesión de hoy y las preocupaciones del futuro para que podamos descubrir Tu pacto absoluto.