DAVID Y LA CUMBRE DE LA SANIDAD
1 Samuel 16:13
Hay algo que debemos esperar y desear antes de que se cumpla el horario de las grandes respuestas, como la construcción de una iglesia. Se trata de la restauración. Dios confió al pequeño David una importante obra cuando era un pastor que cuidaba de sus rebaños. David disfrutó abundantemente de la fe, los talentos, el Evangelio y la vida. También disfrutó el horario de entender la Palabra de Dios y poseyó el misterio de la alabanza que expulsó demonios y espíritus malos. ¿En qué clase de testigo de las respuestas se convirtió David, a quien Dios había elegido?
1. Triunfo absoluto – “No te dejes engañar por los acontecimientos”
David disfrutó del pacto de tener victoria sin importar lo que le sucediera. Por eso, no fue engañado por ningún acontecimiento. No tenía motivos para temer los ataques de sus propios hermanos, la desdeñosa ignorancia del rey Saúl o las amenazas de muerte. No vaciló cuando se enfrentó a Goliat, y al final le venció. David se aferró al mensaje que le dio Samuel.
2. El pacto del rey – “No ser engañado por la gente”
El rey Saúl, poseído por un demonio, tiró lanzas a David, y lo que es peor, envió asesinos para matarlo. David se escondió en cuevas y huyó a las montañas para escapar. También huyó a Filistea, que era enemiga de Israel. A pesar de todo lo sucedido, David fue ungido como rey porque Dios mantuvo Su pacto con él. No hay nadie en esta tierra que pueda bloquear el camino de las personas del pacto. Dios da el pacto y lo cumple siempre.
3. Guerra espiritual – “Tendrás victoria”
El pacto de la construcción de la iglesia que Dios le había dado a David no era sólo para levantar un templo. La iglesia representaría o un santuario masón de la oscuridad que exaltaría a Satanás, o el templo del Edificador Santo que exaltaría a Dios. Esta es una guerra espiritual que solo aquellas personas que conocen la vida, la economía y el futuro pueden emprender. Satanás usa a personas para levantar santuarios gigantes visibles a sus ojos con el fin de engañarlas. Después, disfraza esos santuarios como parte de una gran herencia cultural. En esas circunstancias, debemos comenzar nuestra guerra contra esa idolatría.
Oración del evangelista. Querido Dios, abre nuestros ojos espirituales para que nuestra fe en el pacto se fortalezca como el Rey David. Que hoy sea el día del verdadero poder en el que busquemos la fuerza que has preparado para nosotros.