LA DESESPERACIÓN NO ES DESESPERACIÓN
Génesis 40:13-23
José, que no había cometido ningún crimen, terminó en la cárcel. Allí hizo las tres cosas que siempre había hecho. Disfrutó del Espíritu Santo que estaba con él en todas las circunstancias, y se centró en salvar su “yo” (cumbre espiritual). Allá donde fue, salvó a las personas y al campo (cumbre de los talentos). Así pudo salvar el mundo (cumbre cultural). ¿Con qué tipo de ojos vio José los problemas a los que se enfrentó?
1. El horario para salvarme
José salvó su “yo” con la respuesta que Dios ya le había dado. Dios no cambia, independientemente de nuestra situación. José experimentó la muerte de su madre, pero recibió una gran respuesta del Evangelio mediante la oración (Gen 37:1-11). Incluso cuando le vendieron como esclavo, José entendió que esta circunstancia formaba parte de la evangelización de Egipto que Dios iba a cumplir (37:12-36). Los problemas a los que se enfrentó José formaban parte del horario de su salvación. Del mismo modo, no debemos caer en el engaño de los problemas sino salvar nuestro “yo”.
2. El horario para salvar el campo
José fue a prisión bajo una acusación falsa. Estos hechos formaban parte del horario para que saliera de la casa de Potifar y salvara su campo. En prisión, se levantó como las tres cumbres (cumbre espiritual, cumbre de los talentos y cumbre cultural). Salvó el campo sin importarle las pérdidas y ganancias. En prisión, salvó al copero con el poder de la oración. El copero se olvidó de José, que lo había salvado, pero José no se desanimó porque tenía la gran responsabilidad de salvar el campo.
3. El horario para salvar la época
Dios tenía una razón para dar a José la respuesta de salvarse a sí mismo y a su campo sin ser engañado por sus circunstancias: todavía quedaban otras respuestas. Era el momento de salvar la época. José ya tenía el pacto de ponerse delante del rey de Egipto. Un día, interpretó el sueño del faraón, y éste nombró a José gobernador (41:1-45). José se convirtió en gobernador y salvó Egipto, que padeció un periodo de hambrunas. Allí compartió el Evangelio por todo el territorio. No pasa nada si no tenemos respaldo o poder. Nosotros también experimentaremos esta respuesta de salvar la era si disfrutamos del poder de Emanuel.
Oración del evangelista. Querido Dios, ayúdanos a tomar Tu misterio que nos salva y guíanos para que podamos salvar a otras personas, el campo y la era.