JACOB, QUE GUARDÓ EL PACTO EN SU CORAZÓN

Génesis 37:11

Podemos aprender varias cosas importantes estudiando las vidas de las personas que estaban con Dios. Abrazaron la palabra de Dios en su corazón y experimentaron Su obra. Dios da y cumple la Palabra que proporciona la salvación. Jacob fue el origen de la nación de Israel según el pacto, y José disfrutó del cumplimiento del pacto, que es la evangelización mundial. ¿Cómo se cumplirá este pacto?

1. El pacto que comunica

Al hablar de su sueño, José se comunicó con Jacob a través del pacto. La respuesta importante de Dios comenzó aquí. La obra de Dios comenzó por medio de la comunicación de Jetro, Moisés, Calvino y los oficiales de la iglesia. Dios ha preparado a nuestro alrededor a personas que pueden comunicarse a través del pacto. Los creyentes, la iglesia que se comunica a través del pacto, se convertirán en las figuras principales para cumplir la Palabra.

2. El pacto dentro de los incidentes

En la vida de José hubo dos acontecimientos que frenaron este pacto. Sin embargo, esos incidentes no pudieron detener el pacto de Dios. Tan pronto como salió de la prisión se convirtió en primer ministro. Después invitó a su padre, Jacob, con quien se comunicaba a través del pacto, y se quedó en la tierra de Gosén. Jacob vio el cumplimiento del pacto, bendijo a los hijos que se darían origen a las doce tribus, y después subió al cielo. Los acontecimientos que ocurran no deben emocionarnos o decepcionarnos; simplemente debemos aferrarnos al pacto.

3. El pacto que no podemos imaginar

El pacto puede parecernos una respuesta inimaginable. José no predijo que se convertiría en primer ministro. Simplemente recibió la llenura del Espíritu Santo y disfrutó de Emanuel y de la asombrosa obra del cielo. Los hermanos de José se enfrentaron a José, que se convirtió en primer ministro y movió el mundo. Jacob, su padre, vivió acontecimientos inesperados como cuando dio su bendición al Faraón. Por este motivo, no debemos desanimarnos, aunque fracasemos.

Oración del evangelista. ¡Dios! Permite que cojamos el pacto que nos diste, y que hoy sea el día en que confirmemos nuestra identidad y autoridad. Conviértenos en personas del pacto que no tiemblan.