237 LAS NACIONES – LA SANIDAD
Génesis 37:1-11
Nuestra infancia es un momento decisivo en el que se configuran todas las cosas que marcarán nuestra vida. Si las personas no entienden el Evangelio cuando son pequeñas, enfermarán física, mental y espiritualmente, y aceptarán cosas que no serán el Evangelio. También sufrirán de serios problemas espirituales. Sólo hay una solución: tener a personas en nuestro entorno que graben en nuestro interior el Evangelio cuando somos jóvenes. Esta es la única forma de salvar a las 237 naciones. ¿En qué tipo de padres y maestros debemos convertirnos?
1. Entrenamiento de sanidad para los padres
Muchos padres sientan las bases de su familia sobre cosas viejas, es decir, los doce problemas (Génesis 3, 6, 11, Hechos 13, 16, 19 y seis estados de la persona no creyente), y se encuentran luchando con estos problemas. Habrá sanidad si organizan un evento cultural con música y obras de teatro, al que inviten a padres y niños, y revelan los doce problemas. Podremos solucionar con la obra de la recreación el problema espiritual que el mundo no puede resolver.
2. Entrenamiento de sanidad para los maestros
Ahora tenemos una oportunidad inmejorable para entrenar en sanidad a los maestros. Los maestros deben recibir sanidad de sus problemas espirituales y de las enfermedades que surgen por causa de su trabajo. Solo tienen que aferrarse al pacto correctamente. Se trata de la mejor oportunidad para que los maestros de infantil desempeñen el papel que los padres no pueden representar con sus hijos.
3. Las oportunidades para los Remanentes más pequeños
Los trabajos, imágenes y presentaciones que nos hablan del Evangelio representan la última oportunidad para entrenar a los Remanentes más pequeños. A través de las obras del Evangelio, podemos sanar lo grabado o las cicatrices que vienen del pasado y que estamos sufriendo actualmente. Habrá sanidad inmediata porque los Remanentes más pequeños están en una edad en la que lo aceptan todo. Haciendo que presenten sus propios trabajos y que usen imágenes, podrán disfrutar para siempre del Evangelio que está grabado en su interior. José fue testigo de esto, ya que el Evangelio enraízo en él desde joven, se convirtió en primer ministro y salvó a las 237 naciones.
Oración del evangelista. ¡Dios! Sana a las 237 naciones a través de los Remanentes que tienen grabado el Evangelio desde pequeños.