LA CUMBRE DEL TALENTO
Hechos 27:24
Dios nos prometió la cumbre espiritual y también la cumbre de los talentos. Como evidencia de ello, Dios convirtió al esclavo José en gobernador; a Moisés, que había sido adoptado, en el líder de los israelitas; al huérfano Samuel en un conquistador; al pastor David en un rey; al granjero Eliseo en la figura principal del Movimiento de Dotán; a Daniel, que vivía en cautiverio, en un gobernador que influiría en tres reyes; y a los miembros de Iglesia Primitiva, que estaban siendo perseguidos, en las principales figuras de la conquista de Roma. Si esto así, ¿por qué motivo nos prometió Dios el pacto de la cumbre de los talentos?
1. Una época sin Evangelio
En primer lugar, debemos ver esta época que ha perdido completamente el Evangelio. Dios usó a personas que vieron su época. Entre los testigos encontramos a José, que vio la respuesta de la evangelización mundial (Génesis 37:1-11); Moisés, que tomó firmemente el pacto de la sangre (Éxodo 3:18); David, que se aferró al Arca del Pacto y al templo (1Sam 16:1-13); Eliseo, que bloqueó las fuerzas de la oscuridad sin luchar (2 Reyes 6:8-24); Isaías, que transmitió la bendición de Emanuel (Isaías 7:14); y Pablo, que confesó que no se avergonzaba del Evangelio. Dios nos ha llamado en una época en la que el Evangelio se ha perdido de nuevo.
2. La época de la idolatría
Debemos ver que estamos en una época de idolatría. Las personas sin Evangelio no tienen más remedio que adorar a ídolos. A lo largo de la historia, Satanás ha destruido a la humanidad por medio de los doce problemas, ha quebrado a las naciones más poderosas, y sometido a las naciones más empobrecidas a innumerables desastres. Dios comenzará Su obra cuando veamos esto con ojos espirituales.
3. El tiempo de prioridad
Debemos establecer una prioridad al hacer la obra de Dios. Se trata de hacerlo todo, incluido nuestros estudios y trabajo, con las prioridades correctas. José se centró en el Señor por encima de todo lo demás; después, cuando la bendición del espíritu de Dios estuvo dentro de él, pudo hacer otras obras (Génesis 41:38). David también tenía las prioridades correctas (Salmo 78:70-72, 1 Samuel 16:13, Salmo 23:1). Los miembros de la Iglesia Primitiva se concentraron en el pacto de levantarse como testigos y en la llenura del Espíritu Santo que Cristo les prometió después de resucitar (Hechos 1:8). Cuando disfrutamos de estas bendiciones, recibimos respuestas del reino de Dios, la oscuridad se quiebra y nos convertimos en testigos (62 puntos esenciales del estilo de vida del evangelista).
Oración del evangelista. ¡Querido Dios! Ayúdanos a conocer nuestra identidad correctamente y establecer las prioridades correctas en esta época llena de idolatría y en la que el Evangelio se pierde. Ayúdanos a ver no las respuestas que quiero sino la obra de Dios.