ROMANOS
Romanos 1:16-17
Muchos eruditos describen el libro de Romanos como el diamante de una colección de joyas preciosas. El capítulo que más brilla de todos es el capítulo 8, donde leemos que a través de Cristo Jesús, la ley del Espíritu de vida nos ha librado de la ley del pecado y de la muerte. Los Remanentes y las personas creyentes que hemos recibido esta bendición, ¿qué debemos hacer?
1. Concentración en Dios
Cuando surjan problemas, no debemos rendirnos ni sentirnos confundidos. Debemos poner ese problema en manos de Dios y encontrar un tiempo para concentrarnos en Él, meditar y disfrutar de la felicidad, la oración a tiempo marcado y el culto. Si perseveramos en esto, recibiremos la respuesta de las 24 horas y fuerza espiritual. Del mismo modo, cuando nuestras prioridades cambien, nos levantaremos como la cumbre espiritual, y recibiremos las respuestas de la cumbre de los talentos y la cumbre cultural.
2. El libro de Romanos
El imperio romano que proclamó con orgullo su plan para conquistar el mundo entero, los fariseos que halagaron a Roma, y los intelectuales de grandes conocimientos que ridiculizaron el Evangelio representan el tipo de vida más vergonzosa. Pablo confesó que no se avergonzaba del movimiento del Evangelio aunque le ridiculizaran por ello (Romanos 1:16-17). Los judíos y las personas religiosas no pueden ser salvas (3:10). Por eso Cristo cumplió la promesa de la salvación que Dios nos había dado en el pasado (5:8). Nadie puede separarnos del amor de Cristo (8:31-39). Nosotros, que hemos recibido este amor, debemos saber que la Palabra de Dios, las almas y los espíritus, y el cielo y el infierno existirán por toda la eternidad (16:25-27).
3. Tres conclusiones
No importa si tenemos problemas porque todos los problemas se terminan a través del Evangelio. Si todas las respuestas están en el Evangelio, el evangelismo es la conclusión de todo, porque todas las bendiciones están contenidas en el evangelismo. Si somos las almas preparadas de Dios, Dios restaurará todo por medio del evangelismo. Todos los aspectos de nuestra vida, el éxito y las dificultades en el trabajo (estudio, ocupación) son parte del proceso y de esta obra. No debemos dejarnos engañar.
Oración del evangelista. ¡Dios! Gracias por salvarnos con el amor de Cristo que nadie puede romper. Cuando surjan problemas, tengamos un tiempo de concentración en Dios y levantémonos como la cumbre espiritual.