LA CONCENTRACIÓN DEL AVIVAMIENTO DE LA IGLESIA QUE DIOS DESEA
Hechos 2:1
Los miembros de la Iglesia Primitiva recibieron con alegría Pentecostés, que fue un día en el que creció la iglesia que Dios deseaba. Sus miembros se reunieron en el aposento alto de Marcos y se centraron en Dios, que estaba con ellos. Nos llenaremos de pensamientos centrados en el “yo” y dejaremos de dar culto si no nos concentramos en Dios. Los hijos y las hijas de Dios necesitan un tiempo de concentración para alinearse con el Evangelio. A parte de eso, no necesitamos nada más. Nos estamos levantando como profetas que resplandecen y transmiten la luz. ¿Qué desea Dios de este tiempo de concentración?
1. Experimentar la concentración que sana
En primer lugar, necesitamos sanar todas nuestras cicatrices. No se trata sólo de una sanidad física; debemos recibir sanidad en todas las cicatrices por medio del Evangelio. También debemos sanar los pensamientos e ideologías incorrectos a través del Evangelio. Podremos cambiar nuestro pensamiento cuando nos centremos en el pacto de sólo el Espíritu Santo, sólo oración, y sólo ser un testigo.
2. Impronta, raíz, naturaleza
Experimentaremos la Palabra, recibiremos respuestas a la oración y experimentaremos la evidencia que Dios nos da cuando nuestras cicatrices, pensamientos incorrectos e ideologías erróneas sean sanados. Las obras imparables de Dios no tienen ninguna relación con nuestra debilidad e impotencia. Dios desea que nuestra vida sea llena de su Palabra y que se levanten las obras del Espíritu Santo.
3. Experiencia de la concentración del testigo
Un testigo es una persona que ha experimentado algo. Dios nos ha llamado como testigos y desea darnos las evidencias que aparecen en el libro de Hechos (Hechos 2:1, 11:19, 12:1-25, 13:1-4, 16:6-10, 19:1-7). Cuando eso sucede, ir a la iglesia, dar culto y orar nos dan felicidad. Dios nos llamó como transmisores y testigos del Evangelio para que disfrutemos de esta felicidad. Dios obra a través del respaldo del Trono del cielo para las personas evangelistas que predican el Evangelio y para el campo donde se predica el Evangelio.
Oración del evangelista. ¡Dios! Permite que Te experimentemos a través de la concentración correcta, y que podamos confirmar el cumplimiento de la Palabra. Haz que hoy sea el día en que llenemos nuestra vida con las obras del Espíritu Santo.