TRES CORRIENTES QUE DEBEN CAMBIAR LOS FUNCIONARIOS PÚBLICOS
1 Reyes 18:1-13
Tendremos victoria allá donde vayamos si vemos las tres corrientes. En primer lugar, la corriente de la oscuridad, en la cual está atrapada la mayoría de la gente. Simplemente tenemos que resplandecer la luz entre ellas. Muchas personas se enfrentan a dificultades; todo lo que tenemos que hacer es compartirles el Evangelio como remedio. Veremos la corriente del tiempo (horario) si recibimos estas dos respuestas. Después, podremos cambiar esa corriente. ¿Cómo podremos lograr estos cambios?
1. Remedio
Solo necesitamos compartir el remedio que ya poseemos con el resto de personas. Por este motivo debemos entrar en la corriente del cumplimiento de la Palabra, de las respuestas a la oración y del evangelismo y las misiones. Abdías tuvo un encuentro con Elías mientras buscaba agua con el rey Acab. El profeta le dijo a Abdías que le diera un mensaje sobre la batalla en el Monte Carmelo al rey. Dios cambió la corriente de la nación a través de Abdías (1 Reyes 18:7-8).
2. Respuesta
Muchas personas no entran en la corriente de esas respuestas; pero si entramos en ella, recibiremos respuestas inevitablemente. Podemos resolver los problemas de nuestra generación con las respuestas que Dios nos da. José resolvió los problemas de un gran imperio cuando Faraón estaba preocupado. Abdías, que entró en la corriente de las respuestas, consultó al rey y a Elías. Esas respuestas cambiaron la corriente de la nación y el futuro.
3. Solución
Como funcionarios públicos, podemos proporcionar soluciones para el futuro. Abdías tenía tantos talentos que no dejó al rey otra opción que pedirle su ayuda. Abdías también poseía una fuerza espiritual tan grande que Elías, un evangelista histórico, le pidió importantes favores, y poder económico suficiente para levantar a más de cien profetas. Dios hizo grandes obras en el Monte Carmelo, y levantó a 7.000 discípulos y el movimiento de Dotán a través de Abdías. Todas estas corrientes cambiaron cuando un funcionario público se aferró al pacto.
Oración del evangelista. ¡Dios! Gracias por darnos la respuesta para cambiar la corriente de la época, la nación y el futuro.